«𝐏𝐚𝐫𝐭𝐞 𝐝𝐨𝐬»

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𝐘a habiendo pasado el dia entero mordiendo sus uñas para tratar de mermar lo ansiosa que se sentía por investigar el contenido del misterioso libro,Anne luego de la cena hizo eficientemente sus tareas y se retiro rápidamente del comedor.

-Buenas noches-dijo apresuradamente mientras subía al segundo piso.
Espero un tiempo sensato para sacar al objeto de su escondite,despues de oir como roncaba su familia,suspiro y por fin sostuvo en sus pálidas manos lo que ocupo sus pensamientos toda la tarde.

-Veamos que hay aqui-levanto la tapa y lo abrio en su totalidad en una página al asar-que extraño -manifestó mientras pasaba las paginas-es como si fuera una enciclopedia y un libro de cuentos de hadas-manifesto por los bellos y delicados trazos que conformaban dibujos sobre la fauna de los bosques.Siguió pasando paginas encontrando contenidos variados como botanica,herbolaria,gemologia,pero en un momento encontró una parte que llamo en especial su atención-parece un poema que belleza . lo recitare frente a mi querida reina de las nieves y así sera más dramántico.
Se levanto de su cama,cómodo su camisón y se aclaro la voz.
- Sentit bonum quod vitae Vivo ego in vobis cutem. Venite ad me et ego in conspectu illius Tu properas in ruinam, et aperi mihi, Et si tu non volo ut cor meum De id mihi. Non sentis calorem in pectore? Est quia amor est vita autem tua non sum-termino de exclamar,empezando a sentir un calor abrasador inundaba su cuerpo haciéndola caer inconsciente sobre la alfombra.
Una luz salió del libro mostrando al excéntrico conejo.

-No ha estado mal jovencilla, tienes una gran interpretación y le has puesto mucho sentimiento al hechizo-se acomodo a un lado de Anna para ver la mejor-pronto nos conoceremos damita,estoy seguro de que esto sera muy interesante- opinó el animal antes de desaparecer.
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Pero en otra casa al mismo tiempo en que la peliroja recitaba el "poema".
Un joven muy apuesto de cabellos negros y ojos color pardo estaba leyendo un libro sobre medicina antes de ir se a dormir igual que cada noche,el estaba muy conpenetrado en su lectura,pero en ese intante sintió como si un extraño calor empezara a embargar su pecho. Tiro el libro al suelo,mientras respiraba bruscamente y se tocaba el pecho justo encima del corazón tratando de aliviar el fuego que sentía dentro de su cuerpo.Antes de desmayarse,extrañamente su ultimo pensamiento fue la cara de la alegre pelirroja pecosa .

𝐂𝐨𝐧𝐭𝐢𝐧𝐮𝐚𝐫𝐚...
\\Editado\\
Holaa,¿como están?, yo encerrada por la cuarentrola.

𝐇𝐞𝐜𝐡𝐢𝐳𝐚𝐝𝐨 𝐏𝐨𝐫 𝐄𝐫𝐫𝐨𝐫 (𝐬𝐡𝐢𝐫𝐭𝐛𝐞𝐫𝐭)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora