Capítulo 4: "Un sueño erótico".

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Patt decidió ir al bosque de nuevo, el día estaba frío al parecer nevaría, cogió una chaqueta y un buen abrigo, sus botas y un gorro que su madre le regaló el invierno pasado, le iba perfecto su cabello rubio, lacio y largo el cual caía como una cascada sobre su espalda, bajo el gorro resaltaban sus grandes ojos aceituna, una piel blanca con mejillas enrojecidas, labios gruesos y rojo natural,  su abuelo la veía con ternura y ella no entendía porqué. Sintió una pena total, de nuevo le pediría que cuide de Josh un instante, a lo cual al saberlo su abuelo no se negó, en realidad Josh era un chico tranquilo, manso y puro. —Ve a distraerte Roxane—. Su abuelo le dijo un nombre diferente, aunque en realidad no le puso atención. Al salir se dio cuenta que estaba realmente frío y que comenzaría a nevar, eran las 10:34 am para las 2:00 pm calculó que quizá empezaría a nevar.

Pensó en David, en la atracción que sintió inevitablemente hacia el, ¿porque querría verlo de nuevo?, era un poco tonto, hacía dos meses estaba segura de su amor a Jean, quien por cierto como siempre envió su mensaje sin recibir respuesta alguna.

Caminó, entonces para entrar al bosque y se dio cuenta que el suelo ya estaba humedecido y que el camino de rocas seria resbaloso, pero era un camino que tenía que atravesar ya que estaba sobre un arroyo en proceso de congelación, lo hizo con éxito, a lo cual rió con sarcasmo y después se dijo; —¿Que rayos hago aquí?.

Siguió su camino, entre piedras y anciedad, el frío era un poco mas fuerte así que decidió volver olvidando la idea absurda de ver a un tipo que simplemente le atrae en todo caso que el vaya a verla, pensó. Al momento de dar la vuelta su pie pisó mal una piedra resbalosa, cayó al suelo y se golpeó la cabeza quedando inconsciente.

Narra Patt.

Desperté y estaba oscuro, ¿Cuanto tiempo me quedé ahí?, estaba nevando y había sangre en mi cabello me había lastimado un poco eso fue un susto pequeño comparado con lo que verían mis ojos.

NARRADOR.

Había sangre en su cabello, la cual había llamado la atención de una manada de lobos hambrientos e insatisfechos, los hijos de la noche caminaron hacia ella rodeándola, ella gritó por auxilio y nadie escuchó, estaba en medio de la nada. Comenzó a gritar mas fuerte quizá si David vivía por ahí la escucharía. Seguía sin comprender como ha llegado a atraerle al grado de exponerse a tal peligro, los lobos eran mas de 5 y ella estaba débil, lo vió todo entonces como un final parecido al de sus padres, triste y frío.

Soltó una lágrima y el primer lobo se lanzó.

Fue entonces cuando el tiempo en su mente se detuvo como aquella noche en el molino. Quedó en el suelo y observaba como algo luchaba contra los lobos lanzándolos contra los arboles, mientras los lobos le mordían, al llanto de uno herido se alejaron y esa cosa se acercó. Era la bestia.

La bestia hizo que Patt entrara en transe de nuevo, ella solo lo observaba pero su vista era nula, veía todo borroso, solo veía la sombra de aquel espectro terrorífico y horripilante, el monstruo se acercó a su cara, ella quería gritar pero no podía solo lloraba, estaba petrificada y sufriendo del dolor, pensando que quizá esa agonía pasaron sus padres.

La bestia tomó su cuello y lo besó con su lengua fría y puntiaguda, comenzó a desnudarla y a besar su cuerpo, la poseía poco a poco, ella notó que se acercaba a su cara y sin ningún esfuerzo por defenderse la bestia la besó, al sentir su boca con la suya notó que no era aquella fétida y colmilluda, eran labios humanos.  Las manos flacas y frías de la bestia recorrieron su camino a las caderas, así entonces abrió sus piernas, ella seguía en transe y sin definir bien su vista.

La bestia estaba a punto de cumplir su objetivo, estaba a punto de entrar en ella de la forma carnal mas humana común. Ella no podía evitarlo estaba en transe.

Entonces sintió como la bestia se detuvo, las sombras por la luz de una luna que medio apareció entre las nubes le daba en poca resolución la escena de algo terrorífico, algo peor, le hizo notar que había un segundo monstruo, otra bestia.

Los monstruos comenzaron a hablar en una lengua extraña, y empezaron. A pelear, a morderse y a luchar como animales salvajes, se golpeaban con un odio y una fuerza sobre natural.

NARRA PATT.

La bestia que me conocía se acercó a mi y levantó mi cuerpo desnudo y mojado. La otra bestia observaba; nítidamente pude notar que estaba herido y sangrando, no entendía que sucedía pareciera que estuviesen luchando por mi. Pude ver claro un instante cuándo el monstruo que me conocía se acercó a mi cara.

La bestia me miró a los ojos, pero no eran los mismos, eran oscuros y tenebrosos como los de un tiburón blanco, en todo era igual al de mis sueños menos en los ojos, esta vez me dio mas miedo que curiosidad. La otra bestia intentó levantarse pero no podía estaba débil. Yo aun no podía distinguir su aspecto.

Fue entonces cuando la bestia que vi en mis sueños, me tomo mas fuerte y engrandeció sus ojos ahora negros, sacó una cola larga y enorme que llevaba desde su coxis y la dirigió a mi cuello, entonces sentí como la bestia herida rugía casi gritando un No.

Mi opresor me enterró un aguijón. Fue entonces como el rugido de aquel monstruo desesperado y el de la bestia que intentó violarme, quien rugió como un ganador, despertaron mi ser de un profundo sueño. Comencé a llorar, estaba en medio de la nada, ya era noche y hacia frío ¿pero saben que fue lo peor?. Estaba desnuda.

NARRADOR.

Entre las sombras pudo distinguirse que un hombre se acercaba hacia ella, llevaba una cobija, Patt se desmayó al verse en esa situación. El hombre la levantó y la miró con tristeza, al parecer la chica había sido violada, o eso daba entender la escena en la que fue encontrada.

El hombre entre las tinieblas era David.

"La bestia que me amó".Donde viven las historias. Descúbrelo ahora