"La bestia que me amó".

Capítulo 3: "Perdida en su mirada".

Narra Pattie.

Una vista diferente, otra habitación, otra casa, millas lejos y una chica que dejo de ser la misma. Yo.

Han pasado 2 meses, faltan 21 días para navidad, una diferente a todas con las ausencias que mas duelen. Josh ya no es el mismo, ya no canta y tiene pesadillas igual que yo. Dicen que fueron dos lobos, yo no lo creo, la exactitud con lo que los ojos fueron extraídos eran abrumantemente exacto y perfecto. Me tachan de loca, y tienen supersticiones mas estúpidas que las mías, el viejo Thom mencionó al hombre polilla, vaya cosa, yo alego que mi sueño tiene que ver; obviamente desde que lo conté a Jean nadie mas lo ha sabido y ni lo sabrá. Me mude a las afueras de la ciudad, deje la escuela, por lo menos un año y puse la casa en venta que por obvias razones por mas hermosa que fuese no la comprarían ni por 10 dólares. Ahora vivo con mi abuelo Frank Lartilleux, padre de mi madre, creo que su familia tiene ascendencia Transilvana, en fin vivimos con el en un pequeño condado pegado al bosque de pinos, es tan oscuro y sombrío como hermoso y como mi estado era depresivo resultaba el ambiente perfecto para  tomar una escopeta y pegarme un tiro. Lástima no podía hacer eso, mi hermano josh, ahora yo respondía por el. Todo ha cambiado en mi vida.

—Pattie te busca un hombre del FBI.

Mi abuelo exclamó un tanto molesto, el tipo alegó ser algo importante y venir de Washingtong, con papelería de Nueva York. Nunca pensé ser una celebridad de ese modo.

—¡Que se largue!,con el son 15 personas "importantes" que corro.

—Esta ves, tiene que escuchar señorita Pattie. Mis superiores y el gobierno de los Estados unidos me lo han ordenado. Bajé a prisa.

—¿que quiere obtener? Lo que usted sabe lo saben todos. "Fueron lobos que salieron de su habitad".

—Yo pienso como usted, señorita Beckman, se que hay algo mas, por ello estoy aquí. Quiero informarle que estoy a sus servicios y que seré su sombra, por si el asesino o asesinos rondan su presencia.

—Esto no es de asesinos, es de monstruos. Contesté en tono sarcástico y un poco molesta.

—Sea lo que sea, llegaré al fondo y verá tras las rejas al "monstruo", le dejo mi tarjeta.

—No la necesito, no quiero saber su nombre, si es su trabajo hagalo, no encontrara nada terrenal lógico.

El detective se fue tan seguro, como un idiota experto, como si todo lo supiera. Detesto a esos idiotas.

Lloro tan seguido últimamente por todo que hasta al leer su nombre lo hice "Charlie Dickson", mi padre se llamaba Charlie.

Pasaron 10 días ya era 14 de diciembre, a solo un poco de las fiestas, no me sorprendía que Josh ya no sintiese emociones, el era lo que mas me dolía, el no merecía que la luz de sus ojos le fuese arrancada esa noche. Si se preguntan por el monstruo, lo veo a cada momento devorando a mis padres en el molino, cada que mi mente se queda en blanco el está ahí, cada pesadilla y cada par de ojos sea del color que sean, se tornaban de ese miel que la bestia tenia en su mirar, sus colmillos, la sangre todo lo recuerdo y estoy mas que segura que algo tiene que ver con mi familia, es ahí cuando entienden el porque odio tantas preguntas nadie lo creería.

-Narrador-

Esa mañana del 14 de diciembre Josh y el abuelo fueron juntos al condado para juegos de ajedrez que organizaba la iglesia del abuelo Frank, pagaban por partidas para reparar la iglesia y aunque no lo crean si habían muchas personas que participaban.

Pattie decidió salir, buscar inspiración y paz en la nada de los bosques, esa época ya se mencionó ser muy sombrío, ella buscaba eso, la oscuridad y la soledad para sacar a flote sus demonios y los recuerdos que le atormentaban, tomó su móvil antes de salir y notó tener un mensaje: "Patt, ha sido difícil para ti, pero más para mi el no estar a tu lado, comprendo la distancia, no me rendiré cada día verás un mensaje mío, te esperaré la vida entera si es posible, te adora Jean".