"La bestia que me amó".

Capítulo 8: "Monstruo"

—¿Estás demente?.

El me miró con desesperación y se mordió el labio, sostuvo su cabeza con las manos y suspiró.

—No quiero perderte, no de nuevo.

Me abrazó, vaya era el abrazo mas cálido que en mi vida haya recibido.

—¿Q-que te pasa David?.

—Patt, no preguntes, solo di que estarás conmigo, que nunca te iras de mi lado.

Eso era raro nunca fui tan suertuda con los chicos, mi vida amorosa y sexual solo databa de Jean, y solo el, este chico movió algo en mi desde que le conocí, pero no creí mover algo tan fuerte en el como para que dijiese eso.

—¿Que te pasa? ¿como sabes esas cosas? Mencionaste mis pesadillas en el sótano, ahora esto. Joder habla claro David.

El me miró, me tomó de la mejilla y se acercó, podía sentir su respiración a un lado de mis labios, sus ojos se cerraron y el rose de nuestras bocas fue inevitable, yo estaba asustada pero quería entregarme a ese momento, no me besó. Se alejó, con un reflejo de fuerza de voluntad quebrantada. Bajó su mano a mi cuello para jugar con mi cabello, cuales poco a poco se deslizaron para llegar a la nuca sintiendo la herida de aquella noche, a lo cual su reacción fue presipitada como triste.

—Lo temía. Yo.. N-no quise hacerte daño.

Vaya que eso si me asustó. Un remolino se sintió en la boca de mi estómago, los vellos de todo el cuerpo se alzaron ante un choque eléctrico en mi espina dorsal, enviando a mi cerebro el estado de shock, histeria y lágrimas.

—¿Fuiste tú quien me hizo esto?.

El comenzó a llorar. Yo también.

—¿Porqué? ¡Eres un maldito, eres el diablo, eres la basura mas inmunda del mundo! MONSTRUO.

El dolor golpeó mi pecho con tal fuerza que lo respiración se hizo abrumadora, tuve pánico y miedo.

—Maldito asesino, mil veces maldito. ¿Porque Asesinaste a mis padres? ¿Porque me torturas en mis pesadillas?.

Pude escuchar como la puerta de mi cuarto  se azotó, y mi abuelo exaltado fue hacia mi quien ya estaba postrada en el suelo destrozada tras el hiroshima mental.

Miré a la ventana y ya no estaba David, en su lugar algo peor:

La bestia.

—Alejate abuelo, el te matará, como lo hizo con mis padres. Lo empujé y le dije que se llevara a Josh.

—¿Que dices Roxanne? Aquí no hay nadie.

—EL ESTÁ AQUÍ. Mi voz se hizo grave y lo acompañó de un rugido sacado del infierno, de ese demonio que me mataba lentamente por dentro

mi abuelo quedó perplejo.

—Sonaste como el demonio, no juegues niña con mi corazón. El comenzó a llorar y me abrazó.

Una energía desconocida recorrió mis brazos reflejando aun mas mis venas, el asustado comenzó a gritar y abrazarme mas fuerte, sin explicarlo con un movimiento de mis brazos lo hice,  cuando abrí los ojos de un parpadeo mi abuelo quedó en la puerta e inconsciente. Lo empujé tan fuerte que hice un hoyo al piso con el.

Me Asusté, le pedí a Josh que llamara al 911, lamentablemente fue algo que aprendió hacer cuando mataron a nuestros padres. El corrió asustado al ver la escena de mi llorando sobre el cuerpo de mi abuelo.

—Perdoname Franckie yo no quería hacerlo, perdona abuelo.

Lloré mojando su gruesa bufanda blanca. Estaba horrorizada y hundida en un mar de dudas con corrientes de rencor.