8 de Junio de 2013.
Ya han pasado tres días desde la fiesta en la que... digamos que me pasé con los tragos, y aunque me cueste reconocerlo no recuerdo mucho de esa noche, es decir, recuerdo cuando llegue y todo eso, pero ni idea de que pasó luego de las tres cervezas que tomé después de la que me pasó el chico que no conocía.
Bueno, tampoco es como si quisiera recordar, por alguna extraña razón desde esa noche Simón y Chase han estado algo... distantes, y Mich al parecer hizo algo en esa fiesta que logró que su muy calmado, tranquilo y comprensivo novio se enojara con ella, lo que me dio como resultado tres días sin hacer gran cosa.
Ahora estoy recostada en el sofá de mi sala de estar, con un gran recipiente de palomitas de maíz, una coca-cola helada y un maratón de Harry Potter que están pasando por la televisión. Claro, pensarán que esta no es forma de pasar las vacaciones, pero para mi es lo mejor del mundo.
Cuando estaba a la mitad de Harry Potter y el prisionero de Azkaban mi molesto celular comenzó a sonar. Era un mensaje de texto de Mich.
"Ali, necesito terapia, voy a tu casa, S & C van conmigo. Llevamos mucha comida :c"
Arrojé el celular junto a mi. Algo muy grave debe haber sucedido, Mich es una chica extremadamente alegre, positiva y fuerte, ella solo una vez antes de esta necesitó terapia, cuando sus padres se divorciaron y la incluyeron en sus continuas disputas, exigiendo cada uno de ellos ser su favorito y teniendo que escuchar continuamente las quejas de cada uno de ellos sobre el otro.
Mierda, estoy preocupada.
Pase los siguientes diez minutos observando la televisión, sin realmente estar al tanto de la película, Mich me tenía preocupada.
De pronto, la tonada del alegre timbre que mamá había instalado hace un año me saco de mis cavilaciones.
-¡Yo voy cariño!- gritó mamá pasando junto a mi y acariciando mi cabeza, algo que detesto pero que a ella le encanta.
-¿Cómo estás Annie?- preguntó el que supongo es Chase, ya que es el único que no se siente incómodo al llamarla por su nombre, como ella les pidio a mis amigos, Mich y Simón la llaman "señora Kate".
Mamá es joven, alta, de contextura media, risueña, amable y comprensiva, y solo al verla puedes deducir como es, sus ojos transmiten la dulzura que la caracteriza, las leves marcas alrededor de sus ojos y boca te hacen saber que es alguien que nunca para de sonreír, mamá no es perfecta, pero es todo lo que podría desear en una madre.
-Estupendamente, chicos es un gusto enorme verlos, pasen Ali esta en la sala de estar, pero cuidado esta viendo a su novio en televisión, podría enfadarse si la interrumpen- les comunicó mi linda madre, pero no es como si me pudieran culpar, Harry Potter fue, es y siempre será el gran amor de mi vida.
Se escuchó el ruido de la puerta al cerrarse y segundos después tenía a alguien en mis piernas, alguien que se abrazaba a mi y sollozaba a la vez.
-Oh- gimoteó mamá, poniéndose frente a mi y mirando un momento la escena-. Terapia- susurro, al parecer reconociendo la situación de su adolescencia-. Voy por bebidas y a prepararles lo que trajeron- dicho eso, salió en dirección a la cocina, llevando las bolsas que seguramente los chicos habían traído.
"Que sucedió" gesticule mirando de Simón a Chase, los cuales se encogieron de hombros mirándome con preocupación.
-Michelle Evans, dime en este momento que te tiene así, una chica tan lista no tiene que llorar- le susurré al oído, separándola de mi y sentándola a mi lado.
ESTÁS LEYENDO
Manual del chico perfecto.
Подростковая литератураMi nombre es Aline Kate, tengo 18 años y les contaré la historia del verano más extraño, problemático y entretenido de toda mi vida. Resumiendo, sería algo asi: Dos chicos hormonales + una amiga probando la hierba + un manual de conquista= peleas, g...