3 chicas con un gran secreto que nadie mas que ellas mismas saben, 2 errores accidentales que dieron un giro de 180 grados y 1 misión muy importante que cumplir.
Confiadas decidieron participar sin nunca pensar en toparse con esos obstáculos o mas...
- ¡Por Charlie! -exclamó al finalizar la rizada ofreciendo un brindis.
- ¡Por Charlie! -dijeron todos a unisono los restantes a excepción de la señorita Bellum y Charlie, el cual solo miraba con alegría a sus compañeros y amigos. Chocaron las copas y varios "salud" fueron acompañantes del clin que producieron los vidrios al contacto inofensivo.
El resto de la fiesta fue mas tranquilo, pronto llegaba la hora del vuelo de Charlie, el estaba listo para dar eĺ siguiente paso, viajar a Rusia.
Su equipaje ya estaba listo desde 1 semana antes, se había tomado el tiempo para guardar absolutamente todo lo que le pertenece y asegurarse de no olvidar nada. A partir de ese día el iniciaría por así decirlo de cero en Rusia, claro que con gastos pagados todo a cuenta de Townsend que le apoyaría dándole recursos económicos para que no se preocupara por trabajar a su avanzada edad (obviamente tampoco iba a excederse) solamente le devolverían parte de lo que el dio por la agencia (Hipotéticamente hablando, claro). Eran en punto de las 8:00 y su vuelo estaba a nada de irse y el estaba a punto de abordar.
Dio un ultimo vistazo hacia atrás, no era la despedida si no un hasta luego...
Una vez que estaba solo en el avión pensó todos y cada uno de los momentos que paso con Townsend, ¿para que mentir?, Charlie se sentía algo triste por dejar todo atrás, o bueno no por completo. El sabía que pronto se encontraría con todos sus colegas mas temprano que tarde, solo que la próxima vez las cosas serían diferentes...
Horas antes.... Los angeles, California, 9:00 am
Nuestra amada pelirroja estaba en camino hacia la oficina de su jefe el señor Jill, iban a conversar de su nueva tecnología eléctrica "Calixo" (es como el de la imagen)
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Entro a la recepción del edificio y se topó con una conocida. En cuanto a ella, Bombon se había levantado temprano para preparar todo. Una reunión con tu jefe acerca de tu creación no es cualquier cosa.
- Hola Ingrid, ¿Como es- fue interrumpida por la secretaría pelicafe que había saludado.
-Llegas tarde - Bombon se sorprendió, era la hora indicada, o ¿Estará mal su reloj? -Pero yo creí que Jill había dicho a las 9 -fue interrumpida nuevamente por Ingrid - Si, a las 9 en punto y eso es justo ahora -Vaya, Ingrid si tomaba enserio eso de la puntualidad. La guío (o prácticamente empujo) hasta la entrada de la oficina de Jill sin oportunidad de que ella dijera ni siquiera una palabra.
Entró por la puerta y se topó con su jefe, el señor Jill, un señor de cerca 50 años con cabello blanco y una que otra arruga en su piel delatando su edad. O bueno la verdad, se veía viejo de su rostro. Jill estaba sentado cómodamente con sus piernas cruzadas encima de la mesa y de perfil al asiento de enfrente.
