(Terminado.)✔️ El multimillonario Aarón Wertheimer, arrogante, mujeriego, frío y sin identidad, pero jodidamente irresistible.
Madison Wilson, famosa por emprender grandes negocios, astuta, fuerte y dispuesta a conocer más allá de lo básico.
Dos ent...
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---- Nueve años después.
Le doy un último golpe al saco y la fuerza de este me impulsa de golpe hacia atrás.
Trago en seco y me sostengo de la baranda a mi espaldas.
Mis ojos siguen el balanceo del saco mientras mi respiración me agobia.
Lo observo moverse de un lado al otro...
Retrocedo unos centímetros y me doy la vuelta apoyando mis manos en la baranda.
Mi cuerpo y rostro daban frente a frente con el espejo delante mío.
Cierro los ojos unos segundos y trato de regular mi respiración.
Las gotas de sudor se deslizaban de forma lenta y pegajosa por todo mi rostro y pecho. No voy a mentirles, desde hace mucho tiempo ya, amaba esa sensación.
La sensación de que poco a poco me libraba de una carga, poco a poco trabajaba en renovarme.
Hoy podía decir firmemente que lo había logrado.
La marca estaría siempre, más sin embargo ya no era una prioridad o un desafío para mi.
Suelto una bocanada de aire y abro los ojos elevando la mirada.
Casi de inmediato, mi mirada chocó con aquella persona a través del espejo.
Con lentitud observo mis fracciones y sonrió.
Me veía bien, estaba bien.
Mi rostro había recobrado el color, parecía un tomate y aquello era gracias al brutal entrenamiento de hoy.
Mi mirada sigue recorriendo mi cuerpo y alzo una de mis cejas con orgullo.
Soy la puta ama.
Mi cuerpo había recobrado volumen, había subido de peso y ahora estaba en mi peso normal. Constante ejercicio y entrenamiento me habían ayudado a construir mi figura.
Me relamo los labios y me alejo del cristal.
- Buen entrenamiento - dice un agitado Elliot a mis espaldas.
Carcajeó burlona y volteo a verle.
Al menos ahora después de un entrenamiento era capaz de mantenerse de pie.