Estoy sudando.
Acabo de salir de mi casa y estoy puto sudando.
Me recuesto del asiento y volteo hacia la ventanilla del taxi.
¿Pero qué me pasó?
¡Buena pregunta!
Resulta que anoche la tarea de dormir se me complicó un poco. Y cuando digo un poco, me refiero a que me dormí a las cinco y media de la mañana, cuando desperté ya eran las nueve de la mañana.
Y aunque soy jefa, eso no quita la montaña de responsabilidades que tengo.
¡Y peor un día como hoy! ¡Tengo que anunciar la empresa que podrá asociarse con la mía y voy jodidamente tarde!
Yo tenía alarma, Dios ¿las cosas podrían ir peor?
¿Por cierto donde estaba mi alarma?
Miro al taxista y muevo el pie inquieta.
- ¿Podría ir un poco más rápido? - me quejo por décima vez - y disculpé mi insistencia.
El chico suspira y mira por el espejo del auto.
- No controló el tráfico, Señorita - dice con simplicidad y vuelve su vista a la carretera.
¡PUTAS VÍAS! ¡TOME PUTAS VÍAS!
Cuento hasta diez internamente para no lanzarme contra él y cometer un asesinato.
No le vendrían bien a mi carrera y tampoco a mí expedienté. Y digamos que la cárcel no es precisamente bonita.
Pude tomar mi auto, si, lo sé.
Pero no lo hice.
Solo tome el teléfono y llame un taxi lo antes posible, en vez de tomar mi auto. Y no me culpen!!! Me acababa de despertar y yo en las mañanas soy un desastre.
Eso explicaría el porqué me caí de las escaleras tres veces y me resbalé por la cocina nueve.
Soy la palabra desastre en vida.
Me paso las manos por el pelo y suspiro.
Suspiro demasiado. Suelo hacerlo cuando ando muy nerviosa o inquieta.
Mi día comenzó mal y no quiero ni pensar en lo que será del resto si sigue así.
De pronto mi celular comienza a sonar y gruño.
Nadie tiene permitido llamarme tan temprano, joder.
Abro mi bolso y rebusco. ¿Por qué tengo tantas cosas? Una vez lo encuentro, lo tomo con prisa y observo.
La perra de Elliot.
Contestó rápidamente.
- HASTA QUE AL FIN APARECES!!!! - grita del otro lado y ruedo los ojos.
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Bajo tus órdenes.
Roman d'amour(Terminado.)✔️ El multimillonario Aarón Wertheimer, arrogante, mujeriego, frío y sin identidad, pero jodidamente irresistible. Madison Wilson, famosa por emprender grandes negocios, astuta, fuerte y dispuesta a conocer más allá de lo básico. Dos ent...