IV: suddenly, i'm not half the man i used to be.

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¡¡¡¡Etiquetas importantes!!!!:

Dabi es Todoroki Touya en este one shot. 

Hawks aún no conoce a Dabi, así que vamos a decir que el final está centrado antes de que la Comisión le asignara inflitrarse a la Liga de Villanos pero después de que tomara el puesto como Héroe Número Dos (no es relevante pero qué importa). 

Mención de Rumi x Fuyumi. No tengo idea de cómo se llama esa pareja, don't blame me.

Dato: La canción en multimedia me inspiró mucho para escribir esto. Y Photograph de Ed Sheeran también.

***


A pesar de lo que las películas románticas quieran mostrar, no siempre hay fuegos artificiales la primera vez que ves a la persona de tus sueños. O mariposas en la panza. O palmas sudadas y piernas temblorosas. O titubeos vergonzosos. A veces se necesita más esfuerzo para que alguien te conquiste o te mueva el piso, o lo que sea. No basta con que te miren a los ojos y suelten un par de palabras dulces.

Keigo no estaba de buen humor. Había encontrado un escondite en el viejo depósito de chatarra, dentro de un coche abandonado. Olía a gasolina y humedad —probablemente estaba repleto de polillas, también—, pero nadie que trabajara allí se acercaría a inspeccionar ese coche en particular; era silencioso y estaba lo suficientemente lejos como para que alguien de la Comisión lo encontrara.

Parecía perfecto. 

Parecía. 

Diez minutos después de sentarse en silencio, una puerta del coche se abrió de golpe. Keigo saltó en el asiento de copiloto, estando demasiado concentrado en controlar una pluma como para sentir los pasos acercándose. 

Un muchacho le fruncía el ceño, sujetándose del techo para inclinar medio cuerpo dentro. 

—¿Quién eres tú? —el desconocido preguntó. Luego agregó, como si no estuvieran en el mismo maldito lugar: —No puedes estar aquí. 

Vaya idiota, Keigo pensó. Vaya hipocresía. 

—No parece que tú debas estar aquí, tampoco. 

Él sólo se encogió de hombros, deslizándose por el asiento vacío del conductor. Keigo parpadeó ante el descaro del intruso. Él jadeó, llevándose una mano al pecho.

—¿Te estoy molestando? —no había genuina preocupación en su voz. Se colocó un cigarrillo entre los labios y lo encendió de un chasquido. —Qué mal. Supongo que tendrás que irte. 

Lucía mayor, aunque bien podrían haber sido la diferencia de altura y las facciones filosas de su rostro. Keigo no le reprochó por fumar; simplemente bajó una ventanilla para que el humo no se concentrara dentro del vehículo y miró para afuera, intentando ignorar la presencia no deseada a su lado. 

La curiosidad terminó ganando. 

Se volvió a girar hacia el desconocido. Él ya lo miraba de regreso, con sobrenaturales ojos azules. Keigo se tragó las palabras. Cruzó las piernas sobre el asiento y se envolvió con sus alas para no limitar el espacio. Preguntas volaban en su mente. Buscó algún tema de conversación en el gran repertorio de su cerebro. El desconocido no ayudaba mucho; daba una calada y luego exhalaba el humo por la nariz, como un dragón. 

La comparación era lógica. Tal vez su quirk tenía algo que ver con dragones. ¿Pero, entonces, dónde estaban las escamas o las garras? ¿Las alas, los dientes? Había algo sobre él-

DabiHawks Week 2020 - BNHA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora