Mi pequeño Unicornio

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Todo el fin de semana lo habían pasado juntos, más que antes, compartiendo sonrisas y piropos que les salían naturales haciéndolos sonrojar, acelerando sus corazones, sintiéndose felices al disfrutar de su compañía.

El lunes había llegado, el inicio de una nueva semana. Como siempre, Taehyung salió temprano, pasando por la casa de Jimin y por último ambos pasaban por Jungkook, para así los tres llegaban juntos a clases.

Taehyung les contó alegre lo que le había pasado con el unicornio y el cambio con su flor. Jimin y Jungkook se rieron de la cara que ponía Tae al hablar del pequeño ser y le molestaron haciéndole un silbido que se usa para molestar a las “supuestas parejas”. Esto lo hizo sentirse más apenado y parecía salir vapor de sus orejas.

-Nuestro Tae está enamorado~- decía Jimin revoloteando su cabello.

-No es verdad ~ - respondió Tae apartando la mano de Jimin con las orejas al rojo vivo.

-Awww, ¡miren a nuestro Tae todo apenado! - decía Jungkook señalando sus orejas.

-Ya basta, chicos ~ - decía Tae entre risitas nerviosas.

Al llegar al colegio, cambiaron sus zapatos en los casilleros.

-Me voy a clase, ¡los veo a la hora de almuerzo! – se despidió el menor agitando su mano corriendo a su salón.

-¡Nos vemos! – gritaron en conjunto también yendo a su salón.

Cuando llegaron a su clase, Tae no se percató que había una chincheta en el asiento. Se sentó y saltó adolorido de inmediato al sentirlo. Todo el salón se estaba riendo de él. Incluso escuchó a algunos decir: “el rarito parece que tampoco puede ver bien, jajajaja”.

Jimin los miró con ojos fulminantes, Tae contuvo las ganas de llorar, no iba a ceder ante ellos. Ya no era un niño.

La hora del almuerzo había llegado al fin. Tae salió a toda carrera del lugar siendo seguido por Jimin. Se fueron a sentar al lugar de siempre en el comedor esperando por el menor de los tres.

-Tae, no dejes que sus palabras te afecten ¿sí? – le decía Jimin suavemente acariciando su espalda.

-No me afectan, sólo que me duele que haya gente así – respondió Tae aún afectado.

-No les tomes importancia. Mejor cambiemos de tema – lo golpeó levemente en el hombro cambiando el semblante a uno más alegre para levantarle el ánimo – ¡Te cuento que en la semana de ciencias nuestro club hará una presentación! –

-¡¿Ah sí?!- los ojitos de Tae brillaban – ¡Deseo verte! ¡Bailas hermoso, Mochi! – le dijo Tae más animado.

-Gracias TaeTae, pero estoy nervioso. Por primera vez tendré un solo, y lo peor es que soy quien abre la función. Si me equivoco, arruinaré la presentación de todo el mundo – confesó removiendo su comida.

-¡Lo harás excelente! He visto como bailas, ¡pareces una pluma en el aire! No te preocupes, lo harás genial – Tae le regaló una hermosa sonrisa cuadrada.

-¿De qué hablan?- dijo Jungkook llegando a toda velocidad.

- De la semana de ciencias – respondieron ambos.

-¡Ah sí! ¡Con el coro vamos a realizar una presentación! -

-¿Tú también? – Tae ahora se veía más alegre. Ya ni recordaba el sinsabor de lo que había pasado en la mañana – ¡espero que no choquen los horarios! ¡Quiero verlos a los dos!

-No creo que pase eso, espero. Soy de quinto, seguro nos presentaremos antes. Los de sexto se presentan después, ¿verdad Jiminnie?

-Sí, sí, al menos eso nos dijeron – respondió Jimin con los cachetes llenos de comida.

-¡Qué bueno! ¡Así los podré animar a ambos! – Tae no cabía de felicidad, amaba ver a sus amigos desempeñando sus talentos natos.

-¿Y tú? ¿algún día te unirás a algo? – Jungkook preguntó apuntando a Tae con sus palillos – debes dejar de ser un vago, hermano.

-¡No soy un vago! – Tae hizo puchero – yo no quiero perder tiempo en esas cosas. Porque… - su voz se apagaba al recordar el motivo, sintiéndose apenado de pronto.

-Porque ya no tendrías tiempo de ver al pequeñín ¿eh? – Jimin lo molestó dándole un codazo con la mirada pícara.

Tae solamente asintió sintiendo los colores subir a su rostro.

-Y luego dice que no le gusta – soltó Jungkook con una gran carcajada.

A lo lejos, el Bakeneko los vigilada. Él veía sinceridad en los sentimientos del muchacho, y seguía pensando que la orden de Namjoon no tenía sentido. ¿Qué tal si de verdad ese humano estaba desarrollando sentimientos sinceros por el unicornio? ¿Por qué tenía que ser él quien los separara? No le gustaba esa misión. Pero no podía ir en contra de un dios y mucho menos de su naturaleza. Así que estaba planeando estudiar más el asunto, para ver cómo lograr el objetivo de Namjoon, pues al parecer esa chincheta en el asiento no había hecho nada en el ánimo del muchacho.

Cada día de esa semana, Tae sufrió bullying de parte de los muchachos que lo molestaban cuando era pequeño.

Sus amigos lo defendían. Al ver que ese trato estaba volviendo contra Tae, Jimin y Jungkook decidieron no dejarlo solo y se turnaban para cuidarlo, pues cuando estaban cerca, esos chicos no lo acosaban tanto.

Yoongi pronto se dio cuenta de que por más que envenenara el alma de esos chicos ya perdidos en la oscuridad, no conseguiría nada. Al parecer los amigos de Tae eran un fuerte pilar para él. Pero también se dio cuenta de que ése era el punto débil, así que prefirió parar con el bullying hacia Tae. Ahora enfocaría sus esfuerzos en los amigos de Taehyung. “Divide y vencerás”, pensó con una sonrisa malévola.

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Holis acá les traigo la primera parte del maratón jeje 😘😘💜

La pregunta del día
Alguien más pasó sus cumpleaños en cuarentena?
Yo sí 🤧

Gracias por el apoyo a esta historia
Las amo 😘