|ONCE | Stories

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JUSTIN

No pude pegar un ojo en toda la noche, imaginando cosas, que todo haya dado un círculo gigante y yo jamás me haya dado cuenta, me duele. Pero más me duele las mentiras.

—Ya basta Bieber y duérmete —Me dice Hailey mientras se pone unas cremas en su perfecto rostro. ¿Ella ya lo sabía? —Te leo la mente justin y no, yo no lo sabía —Me dice sentándose a mi lado, es como que esta mujer me conoce tanto que hasta aveces creo que me puede leer la mente. —Tus hijas crecieron y debes hacerte la idea.

—No puedo Hails, son mis niñas, y ¡lo peor es saber que fue con alguien que prácticamente lo crié!—Le digo intentando no gritar, pero la situación me supera. Todo en si me supera.

Ella se sienta a mi lado. —¿Que harás cuando vengan con un chico y te digan que es su novio? —Me dice con esos ojos que tanto me enamoran. —¿que harás? ¿Esta escena? Porque esto es algo que ya lo hablamos cuando las niñas eran pequeñas Bieber, dijiste que serías diferente e intentarías no hacerlas sufrir.

—¡Yo no las haré sufrir! —Digo sacando de mi mente las imágenes de ellas presentándome a sus noviecitos. —Por eso no tienen que tener novio, porque ELLOS las harán sufrir.

Ella rueda los ojos.

—Y Dios te viene a dar dos mujeres...

Karma. Maldito Karma...

*

MADDIE

Cuando abro mis ojos lo primero que siento es tranquilidad en la habitación de mi niñez que tantos recuerdos de vacaciones me trae y me siento por unos segundos muy feliz.
Hasta que caigo en la realidad de todo lo qué pasó anoche, y como en un instante todo se desplomó, así como así.
Miro a mi derecha y esta Kenzie durmiendo plácidamente sin problemas, y siento envidia. ¿Porque soy la más problemática? Mamá dice que saqué los genes de papá. Me encanta el escándalo. ¿Será? Es decir...me contaron varias historias de papá de joven cometiendo muchos problemitas...y de sólo imaginármelo me rio.
Ahora me rio, no sé si en unos minutos me esté riendo o preparando mi maleta porque papá me echará. Estoy más que segura que ahora me dará la peor charla de la vida.

Me levanto y pongo una campera, la casa está fresca, y mi pijama solo consiste de una remera que casi me logra tapar el trasero, de Bob esponja. Tomo mi teléfono y bajo las escaleras viendo todo Instagram con mis fotos. ¡Diablos! Ruego a Dios que salga otra noticia que tape todo...

Para mi suerte no hay nadie en la cocina, así que me dispongo un momento para mi sola, donde en mi mente ya surgió la discusión con papá y ya estamos felices y contentos

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Para mi suerte no hay nadie en la cocina, así que me dispongo un momento para mi sola, donde en mi mente ya surgió la discusión con papá y ya estamos felices y contentos.
Sin contar que todavía me toca hablar con Brooklyn que será casi lo mismo que hablar con una pared.

|The Biebers |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora