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•Decisiones tormentosas•

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La tarde del lunes me quedé todo el día pensándolo, todo encajaba perfectamente en mi cabeza; rechazaría a Alexander Armstrong, descubriría al asesino y lo destruiría, todos mis planes estaban tomando color, hasta que llego la noche, la noche en que Chloé tomó todas sus cosas y se fue con Josehp. Chloé no miró atrás estaba muy dolida y aseguraba ser una Sallow a partir de ahora.

«Sé lo que quieras pero nunca olvides quién eras ni en lo que te convirtieron»

Sus palabras se repetían en mi cabeza una y otra vez.

Chloé nunca olvidaría cómo ha sido si vida como Chloé Orem Bennet, sin embargo este acontecimiento, este problema; la ha llevado a sentirse rechazada, excluida e incluso juzgada por su propia familia. 

¿Lo han sentido, aquel sentimiento de que cualquier palabra, cualquier gesto, cualquier mirada por parte de tu familia es una muestra de prejuicio contra ti? Chloé nunca había tenido ese sentimiento, nunca hasta el día de ayer. Ella era una gran hija, amorosa, respetuosa, de buena imagen, buenos principios, pero cuando te enamoras pierdes la cabeza y es así; a veces hay personas por las que vale la pena perder la cabeza. 

Le había visto en el instituto, se veía feliz ante la mirada interrogatorio de todos, los chismes y las malas noticias son los primeros en correrse en todo Eastwood. Pero yo soy su prima, su hermana y su alma gemela, pese a que Josh sea su compañero yo la conozco mejor que nadie, mejor que nada, sé lo decepcionada y rota que está en este momento. 

No me podía quedar con este sabor amargo de la injusticia, si bien Chloé había cometido un error, pero era un error de juventud, que digo error, si ella le ama no es un error; solo digamos que tomó una decisión apresurada, un deseo tortuoso que trajo consigo consecuencias severas y muchas palabras crueles. Tenía que hacer algo para recomponer el daño causado y por ello heme aquí frente a la casa de mis tíos. 

Suspiré llenándome de valor, pues a pesar de entender el cariño que sentían ellos por mi, no es fácil entrometer las narices en asuntos familiares dónde la autoridad son otras personas y no tus padres. Presiono el timbre y tras unos minutos Chris es quién abre la puerta, su rostro se ilumina por unos segundos, pero vuelve a tomar un semblante triste. 

—Allie—Dice debatiéndose entre la felicidad y la decepción. 

—¿Creíste que era ella?—Asiente—. Fiona está bien Chris. ¿Dónde están tus padres?

—En el estudio de mi papá. Pasa que hace frío. —Me invita y yo obedezco a las palabras de un niño de cinco años—, estoy jugando con mis juguetitos no interrumpas, tú sabes como llegar al despacho.

Asiento desconcertada por su actitud y sigo mi camino hasta el despacho de mi tío. 

Toco dos veces y entro a la habitación.

Se sorprenden al verme y me invitan a sentarme frente al escritorio, mi tía en la silla junto a mi. 

—He venido a hablar de Chloé.—Digo sin darles tiempo de saludarme siquiera. 

—Ya hemos dicho todo—Responde mi tío sin despegar su vista del diario "El Oráculo de Eastwood"—, ¿Solo has venido a eso?

—Me temo que sí y me veo en la obligación de insistir. 

—Allison—Mi tía intenta hablar pero no se lo permito. 

—Yo sé que no me corresponde meterme en sus asuntos familiares—Admito honestamente—, pero ustedes en su juventud también tuvieron decisiones imprudentes, mis padres también, ¿No es eso a lo que le llaman travesuras de la juventud? ¿Aquello para contar a los nietos? —Mi tío baja el diario hasta la superficie del escritorio y presta atención a mis palabras—. Comprendo totalmente lo dolida que estás tía Mary, yo no imaginaría mi vida si a Aiden le pasa algo o si a mis primos les ocurriera algo también. 

La resiliencia de Allison Sallow.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora