|☾34|

4 7 6
                                    

—Allison—Escucho la somnolienta voz de Clarisse despertarme. Abro mis ojos para encontrarla de pie junto a mi cama con un chandal lila con su perfecto y super corto cabello rubio húmedo.

Me siento en la cama para mirarla con el ceño levemente fruncido. Me tome un tiempo para analizar el hecho de que aun no había siquiera salido el sol.

—¿Que carajos Agrest?—Me quejo malhumorada.

—Levántate ya, si no llegaremos tarde.

—¿Tarde a donde Clarisse? ¡por la luna! ¿A caso eres sonámbula?—Digo tomando un reloj de mano que deje sobre la mesa—, no son ni las 5am.

—Vístete —Repite cruzando sus hombros–, vamos a salir al norte, estamos rastreando una pista.

—¿Y tiene que ser a las putas 4am?—Pregunto y sube una de sus cejas–, que molesta eres cuñadita.

Me pongo de pie y me dirijo al baño que por sorpresa estaba solo, me aseo y tomo una ducha corta. Vuelvo a la habitación y me visto con unos pantalones de camuflaje, una blusa de cuello alto sin mangas color negro y mis botas. —¿Satisfecha?

Ella sonríe triunfante y salimos a la sala, donde toma una bolsa de papel con su nombre y me pasa la mía. –Hoy me ha tocado preparar el desayuno. No debes comerlo si no te gusta.

—lo comeré.

Nos quedamos en silencio a la espera de Aidan y Kian que habían salido a rentar una camioneta para no ir caminando tan lejos. Abro la bolsa encontrando un emparedado con huevo y bacon, un pequeño envase de ensalada y una manzana, tomo el emparedado entre mis manos y comienzo a comerlo disfrutando del delicioso sabor. —No se me da mucho la cocina—Comenta un poco avergonzada–, y fue lo único que se ocurrió preparar.

—Descuida, yo tampoco soy muy buena en infinidad de cosas.

—Oh, vamos, no intentes animarme, eres Allison Sallow, toda una leyenda. A los quince años ya todos hablaban sobre ti, la brillante hija de Michael Sallow y Melissa Bennet, la futura Alfa.

–La primera Alfa mujer—Completo su parloteo.

Por supuesto que yo conocía todas y absolutamente cada palabra que se hablaba de mi, dedique toda mi vida a enorgullecer el apellido Sallow, a que no me quedase grande por ser mujer, a prepararme por si Aidan decidía no volver, por si decidía seguir siendo un explorador y no querer ser un Alfa, no querer ser el soberano. Me preparé tanto y arduamente para terminar con nada. Claro que no me molestaba su regreso, en absoluto, si algo necesitaba papá es a su hijo de vuelta, si algo necesitaba la manada es a ese líder nato que hay en él, yo también obtuve un buen trozo del pastel y lo disfrute por mucho tiempo, ahora mi prioridad es mantener el equilibrio entre esta nueva faceta mía como exploradora y mi relación con Alex, mis participaciones en su manada, en sus sentimientos y en su casa, y por supuesto encontrar alguna forma de mantenerme con vida, de solucionar todo antes de un año.

O prepararme para morir.

—Debo confesar que yo me he sentido un poco intimidada por ti en algunos aspectos de mi vida—Suelta antes de dar una mordida a su manzana.

—¿Cómo rayos voy a intimidarte Clarisse?—pregunto entre risas tratando de no hablar con mi boca llena de comida. Clarisse era una mujer con porte militar y su aura detonaba autoridad.

—Oh, vamos Allison, eres todo un personaje, nos las has puesto difícil a todas las demás, tal vez por eso Ceci se sienta amenazada con tu presencia. —Se encoge de hombros a mi lado y continua devorando su manzana para luego volver a hablar;—, quiero decir, cada una de nosotras tiene una alta expectativa por cumplir cuando se trata de ti ¿Sabes?. Es como lo mínimo que se espera de nosotras en cada manada es ser tan devota a los principios como tú, tan valiente para incluso hablarle de una manera a Silver Crastox en mitad de una audiencia... Dioses... si no fuera porque ya no me interesa cumplir con nada, estaría muy celosa respecto a ti.

La resiliencia de Allison Sallow.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora