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•DarcyII•
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Allie.

-Y así quedamos jóvenes-habla la profesora dándonos la asesoría sobre el ensayo.

-¿Quieren comer algo?-Pregunta Chloé vistiendo una polera roja, una falda blanca, zapatillas de tacón y su cabello en una coleta alta.

-Por favor-Rogó Elle, quien por el contrario lleva puesto unos jeans azules y una polera blanca.

-Allie, ¿ha Lena le han gustado los productos?-Pregunta Sophie, desde su vestido púrpura y botas negras.

-No ha dicho mucho, pero seguro que le encantarán-Digo subiéndole el ego a mi amiga. Por mi parte llevo puesto unos jeans Negro altos, una polera celeste, una cazadora, zapatillas negras y mi cabello suelto. Muy similar a Maya quien por el contrario su polera es blanca.

-Bueno, bueno, menos blablablá y más chachachá-Dice Maya, sorprendentemente hambrienta.

Juntas seguimos nuestro camino hasta la cafetería. Donde luego de ordenar se unieron Trevor y Tim.

Maya y Tim llevan una bonita relación, al igual que Trevor y Elle. No puedo decir lo mismo de Alex y yo.

Conversamos sobre lo que habíamos hecho a lo largo de la semana. Tim; había estado investigando a su padre, no se confía en el. Maya; ha estado ayudando a su novio y Trevor; ha rentado una casa junto a Elle.

Cuando llega mi momento para hablar solo puedo decirles "He estado entrenando con Kian" se burlan de lo aburrida que es mi vida, sin embargo Chloé y Josh me miran preocupados.

Al salir del instituto haciendo uso de las palabras de Josh, sobre no estar secuestrada, me tomo un tiempo para visitar a mi familia, enciendo mi motocicleta y conduzco rumbo a la mansión Sallow.

Mi padre me recibe muy contento. Conversamos sobre la investigación y ambos confesamos no tener ninguna información extra. Descubro que Kian se encuentra en su territorio junto a Brand.

Camino hacia el despacho dispuesta a saludar.

—¿Pero que tenemos aquí? La hija prodiga vuelve a casa—Bromea Aidan.

—Bueno...—Rasco mi nuca—, es culpa de tu amigo, me explota.

—Te estás quejando de los entrenamientos—Me riñe—; recuerda que falta muy poco para la expedición.

—Lo sé, lo siento—Me disculpo.

El sonríe y me abraza.

—¿Dónde esta la abuela?—Pregunto.

—En la cocina, le hará bien verte—Dice soltándome. Me invita a seguirlo y lo acompaño a la cocina. —Abuela, mira lo que nos trajo la llovizna.

Mi abuela se gira y todo su rostro emana felicidad. Salta a mis brazos y llena de besos mi frente.

—¿Cómo has estado? Te noto más delgada ¿Acaso esos Armstrong no te alimentan bien?—Me ataca con un montón de preguntas.

—Son los entrenamientos—Interviene Aidan.

—Tendré que hablar seriamente con Kian—Dice levantando el cucharón.

—Te extrañé mucho abuela—Esta vez soy yo quien la abrazo.

Al soltarla Aidan me da una de esas miradas. Va a contarme algo.

—Abuela necesito resolver algunos asuntos con Allie.

—Vayan tranquilos, seguiré horneando pastelillos.

La resiliencia de Allison Sallow.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora