Capitulo 1

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En el Orfanato Teresita, se encontraban dos niños, Seijuuro y Kouki de 7 años, jugando a las escondidas.

El pequeño castaño se escondía bajo un arbusto que había en el patio de la propiedad, tenía que estar alerta por si aparecía su rival, no podía dejar que lo vea.

Pero digamos que a su escondite le faltaba potencial, ya que el pelirrojo estaba detrás de ese arbusto viendo como le sobraban los pies y solo le alcanzaba a cubrirle la cabeza hasta los hombres.

-Kouki - el nombrado se asusto- te encontré - decía burlándose el pequeño Seijuuro.

-Moo~ ganaste de nuevo Sei, no es justo- se quejaba, no le gustaba perder y menos contra él.

-Soy absoluto Kou- dijo engreído por su quinto triunfo consecutivo en el juego.

De pronto una campana comienza a sonar llamando la atención de los niños, era la hora de la merienda. Asique en su apuro de llegar, Kouki se arrastró por todo el arbusto provocándose varios raspones en sus manos y piernas.

Las señoritas del orfanato al verlo lo regañaron, estaba todo sucio y lastimado, asique lo mandaron a la enfermería para que lo limpien y vuelva a merendar. El pelirrojo lo acompaño no le gustaba dejarlo solo.

-Kouki-chan que pasó?- le dijo la señorita de la enfermería.

-Arde- pronunció con sus ojitos llorosos.

-Bueno esta bien, ya vamos a curar eso así pueden ir a merendar- se dirigí a Seijuro que está en la puerta- te lastimaste también Sei-chan? - éste solo se limito a negar.

La señorita de la enfermería lo limpio y vendo. Y antes de liberarlos les daba el hechizo de la sanación rápida.

-Muy bien Kouki-chan, ahora voy a recitar el hechizo. Seijuro ¿quieres ayudarme? Mientras más seamos es mejor- le sonrió animando al pequeño, asintió y se aproximo a Kouki. - Muy bien Seijuuro-kun, repite conmigo, la luna te cuidara de noche, el sol durante el día pero con mi beso te sanaré está herida-le deposita un besito en la pierna vendada- Vamos Sei-kun, puedes darle un besito también así mejora más rápido.

Seijuro algo indeciso observa a Kouki que mantenía sus ojos llorosos, si ese hechizo lo ayudaba a sanar, lo haría. Se acerco y dejo su besito en el mismo lugar que la señorita. El castaño no puede evitar ruborizarse pero como dijo la enfermera, su ardor desapareció y solo podía mirar a Seijuro que lo había aliviado.

-¿Mejor Kouki-chan?- Asintió a la señorita y se bajo de la camilla- Perfecto! Vayan a comer antes que se pierdan la merienda.

Los niños salieron felices corriendo hacia el comedor. Cuando llegaron, estaban todos los demás huérfanos ubicándose. Buscaron algún asiento libre y esperaron a la comida.

-Muy bien niños- llamo la atención otra de las señoritas del orfanato. - Vamos a dar gracias por la comida de hoy: gracias al que lo cultivo, gracias al que lo cosecho, gracias al que lo cocino, gracias al que lo sirvió. - repitieron todos juntos, y empezaron a traer el mate cocido con pan casero.

Todos los niños comenzaron a comer y charlar entre ellos.

-JA, miren el tonto de Kouki, se volvió a lastimar- Nash un niño mayor rubio se burló por sus vendajes.

-Callate Nash- le replicó Seijuro

-Uhh ya se enojo su novio-

-Eres un tonto- le enojaba tanto que se metieran tanto con Kouki, él no les hacía nada a ellos.

-S-seijuro n-no es mi n-novio...- intentó defenderse Kouki, pero esos niños los intimidaba demasiado, no podía enfrentarlos.

-Que dices niño ta-ta-tarmadudo- provocó una risa a sus compañeros por querer imitarlo.

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