Los Furihata era una familia de clase media, eran amorosos y muy buenas personas. Ellos tenían ya un hijo, pero la señora Furihata no pudo concebir más y deseaban otro, por eso buscaron adoptar.
Al principio Kouki tenía miedo de llevarse mal con su hermano mayor, pero para su sorpresa el joven era muy atento con él aunque al principio lo trataba como un cachorro.
Los primeros años, recordaba a Seijuro a diario, hasta escribía su nombre por si algún día se lo olvidaba, no perdía la esperanza de volverlo a ver pero al pasar el tiempo, el entusiasmo se iba apagando y creyó que su reencuentro solo sería en sus sueños.
Su vida en el orfanato, las señoritas y Seijuro, se convertirían en su pasado, recuerdos que estaban siendo tapados por otros nuevos que iba creando con su familia y amigos.
Kouki ya era un adolescente, jugaba al basquet aunque no recuerda bien porque, solo sabe que desde muy chiquito le gustaba ese deporte a pesar de que no era muy bueno. No tenía facilidad para hacer amigos, era muy tímido por eso su circulo social era muy poco pero los amigos que tenía eran confiables.
-Ya llegue mama- dijo entrando a la casa.
-Kouki ven aqui-
En el salón estaban todos ubicados al rededor de la mesa, mantenían una expresión seria lo cual le dio mala espina al castaño menor.
-Tenemos que hablar contigo cariño- habló su mamá
-Que sucede? -
- Me van a transferir en el trabajo- explicó su padre - asique nos tendremos que mudar-
Kouki pudo sentir como todo se caía en pedazos. ¿Como que mudarse? ¿y su escuela? ¿sus amigos? ¿Acaso la vida que construyo en ese lugar ya no importaba?!
Busco la mirada de su hermano para ver si era alguna especie de broma, pero al notar la seriedad que cargaba pudo confirmar que era verdad. Tenían que mudarse y él no podría hacer nada.
Empacando sus cosas revivió aquella sensación que tuvo cuando dejó el orfanato. Mezcla de nostalgia, tristeza, resignación, claro que cuando era chiquito tenía ilusión y felicidad por ir con su familia, pero no quería dejar aquella habitación que compartió con Seijuuro.
-Hey- le llamó su hermano - cambia la cara, tómalo como un nuevo comienzo.-
-Pero yo no quiero volver a empezar, de nuevo-
-Verás que todo saldrá bien- lo abrazó para calmarlo.
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La preparatoria Seirin iba abriendo sus puertas para comenzar con un nuevo día escolar. Bajando de un auto lujoso estaba Akashi Seijuuro, presidente del consejo estudiantil y capitán del club de basquet. Se suelen escuchar a las chicas soltar unos suspiros por lo apuesto y popular que era.
Sin embargo algo que también solía caracterizar al pelirrojo, era su carácter serio, para ser alguien tan joven, carga con mucha formalidad y arrogancia.
-Hola Akashi-kun- saludó su amigo Kuroko al encontrárselo en la puerta
-Hola Tetsuya ¿que hay el día de hoy?-
Continuaron con su charla hasta el ingreso a las aulas. El profesor estaba demorado asique todos estaban charlan y molestando.
Cuando el profesor entra todos se ubican en su lugar, pero no estaba solo, lo acompañaba un chico castaño, no muy alto y delgado, llevaba el uniforme asique debía ser nuevo pensaron todos.
-Buen día clase, hoy ingresa un nuevo compañero, asique espero que lo ayuden a ponerse al día. Puedes presentarte.- le ordenó al joven
-buenos días me llamo furihata kouki- dijo en un tono bajito, se notaba que se encontraba nervioso
El profesor a ver la poca actitud del joven soltó un suspiro. -Akashi.- nombró haciendo levantar al pelirrojo. -Deberás mostrarle el colegio en el receso.-
En ese momento Furihata levantó la vista para ver quien era, pero no se esperaba chocar con esa mirada. Sin duda quedo algo hipnotizado por esos ojos.
-Claro- dijo Seijuuro sin quitar la mirada sobre el castaño, tampoco podía dejar de mirarlo, algo le inquietaba sobre él.
-Bueno, Furihata siéntate en algún lugar libre.- Dio comienzo a la clase
Mientras Akashi volvía a sentarse, rompieron su contacto visual. Kouki encontró lugar al lado de un chico peliceleste, bastante pálido a su criterio.
-Mmm me puedo sentar?- pregunto nervioso, su compañero solo asintió y dejo que se acomode.
-Soy Kuroko Tetsuya- dijo para luego dormir lo que duró la clase.
Furi se encontraba demasiado nervioso si hubiese sido por él no habría ido a clases, terminaría el año estudiando en casa o algo, pero otra vez vivir este tormento de las miradas de los compañeros, susurrando, era realmente incomodó.
No quería ser el chico nuevo de nuevo, cuando fue adoptado, al ingresar al colegio experimento lo mismo, todos observándolo, hasta que un valiente se le acercase a hablar. Pero el valiente chico en esta ocasión era diferente, no venía con la intención de ser amigos y jugar como cuando era niño. Sino que se acercó de una manera muy formal y fría.
-Furihata ¿no?- habló el pelirrojo a lo cual Kouki solo asintió.- Vamos, es hora del receso y debo mostrarte el colegio- Kouki no levantó la vista asique no pudo ver una pequeña sonrisa que le estaba dedicando Akashi.
Tal vez Furi estaba muy empecinado con todo esto de la mudanza que no vio aquello, pero un grupo multicolor de melenas si.
-Akacchin acaba de sonreír?- dijo Murasakibara comiendo impactado sus botanas
-Cr-creo que te confundes bakaa- le contestó Aomine aún procesando lo que sus ojos vieron.
No se podría describir como era el ambiente, Akashi estaba guiando a Furihata por el colegio, pero esté ni levantaba la mirada, estaba completamente nervioso pero por alguna razón le resultaba agradable la presencia del pelirrojo. No podía mirarlo a los ojos, no aguantaba la agudeza con la que lo miraba.
Por parte de Akashi, no descifraba que era ese sentimiento tan nostálgico que le surgió al caminar con Furihata, era raro que se sintiera así, pero no le de desagradaba para nada.
-No deberías ponerte tan triste.- soltó Akashi- Yo también fui nuevo sabes?- comenzó a contarle para que pudiera calmarse un poco
-En serio Akashi-kun??- por fin Kouki levantaba sus ojos, aunque al pronunciar su nombre así se ruborizo un poco. Le pareció adorable al pelirrojo
-Si, fue hace mucho pero verás que podrás adaptarte y hacer amigos.- le dedicó una sonrisa suave, no estaba consciente de que estaba haciendo pero estaba siendo amable. -Bueno, mi trabajo finalizo- dijo anunciando el final del recorrido.
- Si me necesitas para algo, puedes decirme, soy el presidente del consejo estudiantil, es mi deber ayudarte.-
Acarició su cabeza con tanta cercanía que no capto lo que estaba haciendo hasta después de ver a Kouki ruborizado y asustado. Rápidamente sacó su mano y la guardo en sus bolsillos.
-Gr-gracias Akashi-kun.- solo pudo decir Kouki mirando la pared de su derecha, no quería que viera lo rojo de su rostro.
Se separaron, cada uno con sus propios sentimientos y pensamientos. Pero se podía ver al fondo, en uno de los pilares, a una muchedumbre de colores espiando a su capitán de basquet. Era imposible lo que sus ojos habían visto, estaban impactados.
-Ese fue Akashi??? - pregunto Kagami
-No digo si bah no no see- Kise entro en desesperación
-No entiendo mucho pero creo que debemos juntarlo más seguido con ese Furihata Kouki- Anunció Kuroko a lo cual sus amigos asintieron.

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Te encontraré
FanficLuego de 10 años se su último encuentro, donde juraron buscarse siempre. El destino hará que se vuelvan a ver, pero ¿quien es capaz reconocer a quien? ha pasado mucho tiempo, y la memoria puede fallar, pero el corazón siempre recuerda donde fue feli...