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6 ;; Marcas / Chupetones | Rublito

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¡! CONTENIDO NSFW [VIOLENCIA] ¡!

— Narradora —

Le costaba respirar con normalidad, había estado huyendo desde hacía minutos, se sentía asustado y eso le hacía ignorar por completo los rasguños que las ramas de los árboles le hacían cada vez que pasaba sin cuidado cerca de éstos. Escuchaba los pasos aproximarse hacia él, cada vez más cercanos, el crujir de las hojas y las ramas en el suelo que pisaba y solo le daban señal al otro de que estaba cerca y que seguía ahí, un rastro de sonido.
Sus ojos se habían llenado de más lágrimas y amenazaban con salir, sus piernas comenzaban a temblar y su vista se nublaba y oscurecía con el pasar de los minutos. Sentía que terminaría desplomándose en cualquier momento, en realidad no faltó mucho para que pasara.

Fue un dolor insoportable en el tobillo derecho y después ya estaba en el suelo, había intentado levantarse pero cada vez que movía su pie derecho se le hacía demasiado doloroso, trató de observar entre la oscuridad sin poder conseguirlo, sin embargo el sentir algo atrapar su pie y el líquido caliente salir de la herida le hizo saber que había caído en una de las trampas para oso que Lolito solía usar. Se arrastró hasta un árbol cercano y se sentó a esperar a que el pelirrojo lo encontrara, había perdido en ese "juego" que Lolito siempre tenía especialmente para él. Sollozaba y lloraba, de dolor y miedo puro. Su plan por escapar había fallado, estaba demasiado lejos del pueblo, de eso trataba el juego.

Si el híbrido lograba llegar al pueblo y pedir ayuda, Lolito lo dejaría libre, con la condición de no decir que era él quien lo tenía pues en ese caso lo mataría antes de que lo metieran a la cárcel. Si eso no ocurría y Lolito lo atrapaba, recibiría un muy terrible y doloroso castigo.

Se abrazó a sí mismo, escuchando al pelirrojo llegar hasta donde él se encontraba, cerró los ojos y bajó la mirada esperando el primer golpe de muchos más en esa larga y tortuosa noche.
Sin embargo no fue un golpe lo que lo hizo reaccionar, si no una suave caricia en su mejilla que le dio asco, alzó la mirada y se alejó bruscamente del tacto ajeno. Manuel se puso de cuclillas para poder quedar a la altura del rubio y lo tomó con fuerza de sus teñidos cabellos, lastimando más sus orejitas de oso y obteniendo un chillido de dolor como respuesta.

Mantuvieron contacto visual por segundos, Rubén se sentía incómodo e intimidado por esos oscuros ojos verdes que demostraban desprecio y un asqueroso deseo por aquel híbrido de oso, eso último le provocó un escalofrío al mayor, le daba miedo el saber que Lolito lo podría asesinar en cualquier momento. Por su lado, Lolito sólo mantenía sus pensamientos impuros, imaginando poder tener al rubio por completo, apreciar cada centímetro de su cuerpo. Con su mano libre subió un poco el sucio suéter del mayor dejando a la vista su delgado y lastimado abdomen el cual acarició con suavidad.