• •❲PREMONITION❅ JaeYong❳ • •

01:02:30 am

Era la primera vez que lo veía, las pequeñas ventiscas de aire acariciaban los largos pastos verdes de esa preciosa primavera al igual que su hermoso cabello castaño, los rayos de luz destellaban en los pétalos de las flores más hermosas, pero ninguna de ellas lucia tan perfecta como lo hacia él, no había sonido, no había ni un solo aroma, ni un sentimiento, nada... solo estaba él a unos metros, de mi edad y totalmente curioso. El azul del cielo detrás suyo lo hacía lucir más inerte y cuando menos me di cuenta, se dio vuelta encontrándose conmigo, pero como si no existiera, me ignoro, mientras que yo me perdí en el color de esos ojos ámbares, como si yo fuese un extraño... me rodeo completamente y se alejo a pasos lentos por aquel hermoso campo.

Habían pasado ya casi dos años de aquel sueño, infantilmente creí que se trataría de un nuevo amigo que conocería en mi primer día del kindergarden, pero no fue así y esa emoción de esperanza, desapareció al par de las semanas después de tener mi primer contacto con el bullyng.

-No puedes ser real, eres alien...

Podía escuchar las risas burlonas de mis demás compañeros mientras me pateaban o lanzaban el material de aprendizaje una y otra vez en la cara y como defensa, lo único que intente fue cubrir mi rostro con mis pequeñas manos. Sollozaba cada vez que mamá colocaba ese líquido irritante en mis heridas, pocas de ellas se habían abierto por el pasar de los días y recibir golpes en la misma zona, no me molestaba poner mis manos en vez de mi cara, más tarde podía decir que caí nuevamente en el patio de juegos y que mis manos recibieron todo el daño.

Mamá sospecho un par de semanas después y a pesar de que me negué a confesar lo que pasaba, ella me cambio de institución un año después, mi siguiente año era una escuela nueva y esta vez, en vez de estar feliz, quería salir corriendo o esconderme debajo de una mesa. Siempre llegaba a clases tratando de esconder mi rostro de algún lado con el temor de que me gritaran que era irreal, más nunca entendía porque decían eso, mamá decía que era un niño muy guapo, pero todos saben que eso es lo que les dice una mamá a sus hijos, podía escucharlo cada vez que entraba a la institución y las mamás se despedían de sus hijos con muchos halagos al igual que la mía, a comparación de otros, me gustaba recibir ese amor en vez de salir huyendo avergonzado pero creo que eso era solo un incentivo más para que las burlas siguieran.

Poco duro el gusto de pasar por desapercibido cuando una niña me hablo para pedirme prestado el sacapuntas, nunca había sido egoísta con mis cosas pero, jamás había tenido la oportunidadde demostrarlo hasta ese momento que no pude negar a hacer un favor, ella me miro por un par de segundos y escuche entre la neblina de mis pensamientos el "eres muy lindo" seguido de una pequeña risa divertida y dulce, alce mi mirada para encontrarme con una sonrisa donde habían un par de huecos, sus dientes de leche se estaban mudando, pero al mismo tiempo al fondo me encontré con la mirada de dos de mis compañeros y sentí mi estómago retorcer en ese momento, ese presentimiento de que nada bueno iba a pasar, me sentía tan enfermo como si hubiera comido más de un kilo de golosinas que mi mamá me prohibió y aún así como las hubiera comido. Me sentía mareado y con dolor de cabeza repentino que escondí mi mirada lo más pronto posible recibiendo de vuelta el sacapuntas para guardarlo sin decir nada.

El contacto fue muy lento, al principio solo eran pequeños empujones en los pasillos, se sumaron las veces en los que pies extraños aparecían en mi camino haciendo que cayera al suelo y pequeñas risas difusas se escuchan a mis espaldas para después desaparecer. En una de esas tantas caídas, no pude detener la caída y mi labio inferior se rompió por lo que comencé a llorar en silencio cuando me escondí en el cuarto de baño para limpiar la herida tan torpemente por la edad. Cosas cada vez más asquerosas aparecían en mi pupitre o mis apuntes aparecían tirados en el suelo y pisados por alguien, no podía decir nada, no quería decir nada, tenía mucho miedo y pensar que hacía poco más de año y medio, era un niño muy encantador que le gustaba hablar con las personas, los animales, reír, gritar y que todo el mundo lo escuchará, ahora no era nada de aquello.