Veinte

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Veinte

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Veinte

Ian

Tuve un fin de semana excelente, ya tenía trabajo y por ser menos importante ya había establecido un vinculo con Alice, para mi iba ser un placer trabajar junto a ella y más ayudarle a pasar la materia de la universidad.

El asunto del apartamento me preocupaba ya que no cuento con nada, había conversado con Kailam y le había comentado del detalle que había tenido Fabricio al cederlo de forma total con escrituras y todo, pero ahora me encontraba en la mitad de un salón vacío, tenía que hacer compras de forma urgente.

De tanta pensadera se me hizo tarde, fui a desayunar de forma rápida a una cafetería cerca del conglomerado, pero como iba contra el tiempo, pues el desayuno no me calo hondo, más bien sabía que por ahí a las 2 horas iba a tener un hambre descomunal.

1 hora de retraso en mi primer día de trabajo, ya me imagino la cara de Octavio cuando se entere; camino por toda la estancia del conglomerado, la recepcionista me regala una sonrisa un poco rara le sonrió de vuelta y sigo mi camino. No sabía donde quedaba mi oficina, pero de reojo veo a Adriano conversando con una chica linda

- ¿Hey Ian para dónde vas? – me detengo de forma abrupta, le sonrió a la chica y le hago señas a Adriano para alejarnos un poco-

- No se donde es mi oficina – suelta una carcajada que estoy seguro se escucho por todo el conglomerado –

- Bueno eso tiene solución, vamos acompáñame – caminamos hacia la chica antes mencionada – Mary te presento a Ian, a partir de hoy será tu otro jefe directo, él hará la transición de la Fundación Enrejados y Mulata Design a el conglomerado y oficiara como gerente de estas

- Mucho gusto soy Mary Salerno – se sonríe un tanto sonrojada y Adriano la observa de soslayo con ceño fruncido –

- Bueno Mary soy Ian Town y aja, aquí el ilustre abogado te dijo quién era, así que cuento con tu ayuda en este proceso que acabo de iniciar – asiente –

- Cuente con eso – se aleja dejándonos solos-

Adriano me lleva hacia mi oficina queda justo al frente de la de él, entrar es bastante grande y cómoda, el escritorio es bastante grande como para desarrollar con facilidad mi trabajo, tenía una computadora último modelo, un estante donde podía colocar unos libros o unas fotos de la familia.

De un momento a otro llega Mary con unas carpetas para que las revise, son los estados financieros y además en las horas de la tarde tenía una reunión con el abogado que estaba manejando la parte legal de las empresas.

Dicho y hecho a las 10 de la mañana mis tripas ya estaban dando alaridos, camino por la oficina para espantar el hambre, pero nada, lo que hice fue intensificarse; la oficina se abre de forma abrupta y una cabellera roja hace acto de presencia

El Infiltrado Inglés ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora