Lágrimas que nacen en el corazón, no en tus ojos, lágrimas que humedecen tus mejillas, lágrimas que involuntariamente se hacen presentes y tus ojos para ese entonces ya se enrojecieron haciendo una pema inmensa que no te cabe en el pecho. Es por eso que las lágrimas son mil palabras que la boca no pudo decir.
Son una catástrofe...
Son como la sangre que brota de la herida luego de que te hieran y que por alguna razón suelen venir acompañadas de un dolor más fuerte que alcohol en la carne viva.
Hay lágrimas de felicidad, de angustia, de miedo, de ira, pero cuando se trata de tristeza parecennunca terminarse. La tristeza inunda tu ser de miseria e intentas cubrir la vergüenza con tus manos, sin embargo nunca lo lograrás. Pues los ríos que bajan del párpado lograron desvanecer tu sonrisa...
Tu única opción es dejarlas salir, aunque la preocupación nunca lo haga. Te hacen frágil como papel y te hacen ver como un caballero que peleará con el dragón sin su armadura; te dejan al descubierto, mostrando tu alma y tus secretos.
Te delatan en el peor momento pero aún asi parecen ser la únicas que siempre están ahí.
