- Dime, ¿Qué opinas de todo esto?.- preguntó con curiosidad.
- ¿Qué todo esta bien? Pero tranquilo, todo esta bien.- respondió con sinceridad.- ¿Qué te parece si seguimos acordé lo planeado?
- Oh Claro, ¿Por qué no se me ocurrió antes?- habló sercasticamente- Oh mejor lo dejamos aquí. Claro, como tu no eres la víctima.
- Oye, Oye. Cuidado con tus palabras amigo. Estamos haciendo un buen trabajo después de todo. No lo eches a perder, por favor. Además, ¿Qué podría pasar?.
- ¿De todo?.
- Valla, que inseguro eres. Pero no te preocupes, nuestra querida amiga nos dirá que es lo que aremos luego. Pero, por ahora que me pongo a pensar... es una completa estupidez lo que llegaremos a hacer por ultimo. Pero es bueno ¿Sabes? Hacemos estupideces y nos pagan demasiado.- habló afortunadamente.
- no se por que accedí a esto...- hablo para así mismo algo frustrado.
- ¡Hay por favor! Tu tienes tus razones, y yo, pues... Tengo las mías, así que déjate de chilladera. Hay que ponernos manos a la obra. Mientras más platita nos den es mejor es la cosa.-*Ejem*.- volviendo al tema. Se te a entregado un regalo amistoso frente a la puerta de tu casa. Es un pequeño ramo de flores. ¿Por qué no se lo entregas a tu querida amiga como muestra de su nueva y gran amistad?
《"Bajo la mascara de la falsedad"》
-¿Enserio está todo bien Tsubasa?.- preguntó Sanae angustiada por el comportamiento de este. Que ahora aparenta ser una persona diferente en estos momentos; es como si tuviese mucho remordimiento en su interior.
- claro, estoy bien. No me pasa nada.- respondió decaído cruzándose de brazos.
La joven permanecía inquieta ante los gestos de este, no podía tolerar ver a su chico de esta manera... Tan, frio, y callado. Aún se seguía preguntandose si habría hecho algo incorrecto como para que este se pusiera de este modo.
El silencio entre ambos comenzó a tornarse un poco más incómodo que antes.
Sanae no hacia mas que pensar una, y otra, y otra vez una conversación, como siempre lo habían hecho. Pero viéndolo sabia que no podía entablar ni una.- ¡Sanae, Tsubasa!, ¡ya e vuelto queridos amigos!.- grito Kumi a lo lejos. Llamando así accidentalmente la atención de la gente que habitaba en el supermercado. Esto provoco que sus amigos se pusieran ansiosos ante la atención que ahora tienen puestos en sus hombros, Kumi al notar eso no pudo poner que otra cara apenada.- jeje... perdón... ¿Qué les parece si ya vamos por mis compras?, ya tengo el carrito.- su tono ahora era uno avergonzado.
- Si, andando entonces.- afirmó Tsubasa bajando los brazos. Ahora su tono de voz era tranquila y sus expresiones faciales habían cambiado por completo.
- ¡Si!, ¡Si!.- comenzó a caminar junto a este ingresando por los pasillos del supermercado.- ¿vienes o te vas Sanae?
- bueno... ¿no hay problema que los acompañe no?- pregunto esta.
¿Qué sucedió?, estaba frustrado hace unos momento... Ahora que esta con Kumi a su lado su comportamiento a cambiado de ser uno frustrado a uno tranquilo y relajado ¿Qué esta pasando?
No lo quería admitir pero... le disgustaba por dónde iba esto.
Al finalizar las compras en aquel supermercado, cada uno tomo su bolsa (a excepción de Sanae, quién ya tenía sus propias bolsas de compras.) Así que Kumi solo fue ayudada por Tsubasa.
ESTÁS LEYENDO
Siempre estaré junto a ti
RomanceEsta es una historia de Tsubasa y Sanae. Sanae estuvo enamorada de Tsubasa desde que lo conoce pero en la secundaria todo se vuelve diferente...