Inesperado

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Entre en la habitación sin entender que es lo que sucedía. Ashton al verme ni se inmuto, seguía sentado en mi cama tomando de aquella botella.

-no pensaba verte. – dije rompiendo el silencio mientras que me sentaba junto a él. Trate de tomar la botella, pero como si se tratara de un juguete y él de un niño, me la quito.

-es mi casa, es mas que obvio que me veras todos los días. – dijo él un poco irritado.

-es verdad, creo que mejor me acostumbro. – y sin mas me levante de la cama. Caminé hacia donde se encontraban mis maletas y empecé a sacar lo que había en ellas.

- ¿Qué haces?- pregunto Ashton.

¿acaso no era obvio?

- desempaco, en dos días ya no tendré tiempo – respondí. Con la inscripción lista mis clases empezaban la siguiente semana.

- no lo hagas – respondió.

¿Qué? ¿pensaba hacerlo él?

- ¿Por qué? Son pocas cosas, cuando consiga trabajo me iré-dije sin hacer caso al intento de orden que había hecho. Ashton gruño.

- no vivirás conmigo. –

Y aquello fue suficiente para que dejara de hacerlo. Joder, como había podido ser tan imbécil él y yo, claro, era obvio que de alguna manera se tenia que vengar, era mas que obvio. Y vaya, su plan había salido de maravilla.

Me dejaría en calle y no le podría decir a mis padres. Con la inscripción ya hecha era dinero en vano si me iba. Maldito imbécil.

- no entiendo – dije tratando de no sonar desesperada. No quería que el se diera cuenta que me había ganado en todos los aspectos.

- alquile el apartamento de al lado para ti – se limito a responder. Tomo la maleta que no estaba desempacada y la empezó a sacar de la habitación.

- Ashton no tenias que hacerlo, seguro y debe costar una fortuna. – dije tras él. Simplemente me miro sobre su hombro.

Hablaba con una estrella del rock ¿Cómo carajos iba ser una fortuna para él?

- no importa. Aquí están las llaves si quieres te puedes ir ahora. – dijo él con una sonrisa que expresaba todo menos amabilidad. Literalmente me estaba diciendo que desapareciera de su vista.

- gracias, supongo. Es una buena forma de alejarme. – dije tomando las llaves. Aquel pequeño y breve contacto de nuestras manos hizo que todo mi cuerpo temblara. Mire a Ashton con la esperanza que a él también le hubiera pasado lo mismo, pero no, él estaba igual de rígido que siempre.

-vete. – contesto bruscamente. Busque su mirada, pero él evitaba por completo la mía. Necesitaba respuestas y él no estaba dispuesto a dármelas.

-ahora seremos vecinos. Adiós vecino. – dije sonriendo. Ashton me fulmino con la mirada y por aquel instante volví a ver al mismo Ash con él que jugábamos a ser grandes.

- no digas nada – dijo mientras abría la puerta principal.

Joder ¿en serio? No tenia todas mis maletas conmigo.

Di la vuelta y la salí de su apartamento, estaba en el pasillo y Ashton no decía ni una sola palabra. Una pequeña mirada sobre el hombro fue suficiente para que diera media vuelta y enfrentara a Ashton de una buena vez.

- ¿Qué no diga nada? ¿Cómo quieres que no diga nada? Tenerte conmigo hace que todo vuelva y ahora... - explote, pero justo antes que pudiera decirle todo lo que me hacia sentir, él me corto.

Vecino, ámameDonde viven las historias. Descúbrelo ahora