Llamada

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P.O.V. Amelia

La cabeza estaba por explotarme. Sinceramente no tenia ganas de salir de mi habitación, pero tenia que hacerlo. Estaba repleta de trabajos y eso que era la primera semana. Tenía una mala costumbre de acumular todas las tareas para el ultimo día de plazo.

Sin muchos ánimos me levante al escritorio improvisado que habia hecho. No tenia dinero para comprar uno así que me tenia que acostumbrar a lo que había. Tenia planeado conseguir algún trabajo, pero primero quería acostumbrarme a como era la universidad, los horarios y esas cosas.

Camine a la cocina y saque los cereales que habia comprado antes de viajar. Por alguna extraña razón los traído conmigo. Tal vez aquella intuición que sentía era que Ashton terminaría alejándome de su casa.

Una vez con el desayuno listo volví a mi escritorio. Coloque un poco de música y espere que terminar de comer para poder empezar las tareas. Eran muchas y no tenia ni idea por donde empezar. Las matemáticas nunca habían sido mi materia favorita, pero por alguna extraña razón había escogido una carrera donde tenia que ver mucho con números comprobando la teoría que ni yo misma me conocía la suficiente.

Las horas pasaron y como era de esperarse el aburrimiento llego con el. Sin muchas ganas prendi la televisión con la esperanza de ver algo bueno allí. La ultima vez que había prendido el televisor me encontraba en diferentes circunstancias. No era de las personas que se quedaba mucho tiempo en la televisión por el simple hecho que no encontraba nada bueno allí. Algunas veces me quedaba enganchada al televisor porque habia una película entretenida o porque había algo que me interesara como una serie.

Mi serie favorita pertenecía a Fox, pero después que la compro Netflix las cosas cambiaron y deje de verla o bueno la miraba, pero se en un día y en mi laptop.

-¿Cómo puedes estar tan tranquila? – dije en voz alta al ver todo mi alrededor que daba pena. Me amarre el cabello en una coleta y empecé a limpiar todo lo que pude cuando en eso mi teléfono sono. Al principio pensaba ignorarlo porque estaba mas que segura que era Kendall o tal vez Helena, pero después que las llamadas continuaban sabia que era mi madre. Ella era la única que insistía tanto.

Deje lo que hacia y corrí al teléfono.

-¿Cómo estas mamá? – dije una vez recostada en la cama. Sabia que aquella llamada duraría demasiado.

- muy bien hija. Todos aquí estamos preocupados por ti. – dijo ella al otro lado de la línea. Podía jurar que se encontraba jugueteando con un mechón de cabello que siempre le colgaba. Ella tenia esa mania y yo también la habia heredado.

- los extraño a todos, aquí estoy sola. – dije soltando un largo suspiro. Y joder, aquello habia sido un gran error ¿Cómo carajos le decía a mi madre que estaba sola?

- ¿sola? Pero tienes a tu hermano allí. No debe ser tan malo. – respondió ella sin entender a que me refería.

-Ashton sale a la calle y cuando vuelvo no esta. – dije acomodando las palabras para que no se diera cuenta a lo que me refería. Mi madre soltó un suspiro.

- ¿Cómo que sale mucho? – dijo una tercera voz en la conversación. Era Salvador.

- diré por su trabajo – expliqué, pero al parecer Salvador no se tragaba aquel cuento. Él mas que nadie conocía a su hijo.

- pásame con él, queremos verlo. – dijo Salvador esperanza.

Cuando Ashton se fue de la casa Salvador fue el que la paso peor porque habia perdido a sus tres hijos, Karim iba a vivir a las residencias de la universidad al igual que Chris que se iba a otra ciudad mientras que su tercer hijo se iba de la casa sin ningún rumbo fijo.

No podía destruirle aquella emoción de ver o siquiera escuchar a su hijo.

-espérame un rato, hagamos videollamada para que pueda verlos. – respondi saliendo de mi habitación y corriendo a la puerta para poder cruzar donde Ashton. Salvador colgó la llamada al cabo de unos segundos, internamente estaba agradecida porque no quería que escuchara como rogaba a su hijo si es que no quería hablar con él.

Toque el timbre, pero Ashton no contesto así que volví hacerlo hasta que un Ashton recién levantada abrió. Tenia lo ojos un poco achinados, las mejillas sonrojadas por el sueño. Aquella escena me recordaba cuando éramos mas pequeños y yo lo despertaba para poder ir a la escuela.

-¿que te sucede? – pregunto Ashton un poco molesto. Mostré mi mejor sonrisa esperando no se bateada por él.

- tu padre quiere verte, le dije que llamaría para que nos vea. – explique entrando en su apartamento obviamente sin permiso. Estaba mas que segura que si se lo pedía terminaría con la puerta cerrada en mis narices.

- no quiero, estoy ocupado. – dijo Ashton cerrando la puerta. Me sente en su sala que se encontraba completamente amoblada.

- estabas durmiendo así que no es gran cosa, solo será unos minutos. – dije marcando a mi madre. No le di tiempo a que contestara porque ya nos encontrábamos sonriendo a la cámara mientras saludábamos a nuestros padres.

Había sido una transformación total. El Ashton dormilon habia sido reemplazado por uno lleno de vida, bueno uno que por lo menos sonreía.

-¿Cómo están? – pregunto Salvador con una sonrisa llena de ilusión. Mi madre se encontraba a su lado con una sonrisa en los labios mientras que los gemelos se encontraban peleando por aparecer en la pantalla.

- muy bien supongo ¿no? – dijo Ashton dirigiéndome la mirada. La cámara no nos podía enfocar a ambos así que tuve que darle el celular a Ashton y acercarme a él. Ashton se sento a mi lado y paso uno de sus brazos por mis hombros atrayéndome a él para que pudiéramos estar en la cámara.

- si todo esta por aquí ¿Cómo van ustedes? – dije tratando de mantener la calma. No quería que él se diera cuenta la forma en la que me afectaba que estuviera cerca de mí.

- muy bien el estudio va mejorando a veces, tu madre abrió su pastelería otra vez y si todo va bien podremos abrir otra sucursal en dos meses, sus hermanos están iguales, ellos no han cambiado nada. – dijo Salvador sonriendo. Él era pura sonrisa, parece una especie de sticker.

- ¿Cómo esta Christine? ¿Karim? – pregunto Ashton interesado.

- no sé nada de Karim solo que esta en la universidad, espero. Tu otra hermana esta bien, me conto que se había ido a una excursión con Austin. – respondió Salvador. A su lado mi madre hacia caras que lograron que soltara una carcajada y me escondiera en el pecho de Ashton.

- Amelia empezó esta semana sus clases y le va muy bien, y yo simplemente estoy componiendo.- dijo Ashton encogiéndose de hombros. Al estar recostada en su pecho podía sentir su corazón latir, podía sentir como latía igual de rápido que el mio.

¿acaso estaba alucinando?

-¿Cómo que te quedas en casa? Si Amelia dijo que se sentía sola. – dijo mi madre con una sonrisa que lo único que reflejaba era terror. Aun la relación de ambos no era tan buena porque nadie tenia que ser adivino para saber que Ashton detestaba la idea que su padre se hubiera vuelto a casar.

- ¿eso le dijo? Será porque ella no cuando llega es tan tarde que yo ya estoy durmiendo. -respondió Ashton sin vacilar. Ambos nos miramos cómplices y empezamos a reír, a los segundos toda la familia nos acompaño.

Familia.

Ellos eran mi nueva familia y sentir algo por Ashton se volvía incorrecto, inmoral de alguna manera.

-chicos los tengo que dejar, acaban de romper algo los gemelos. – dijo Salvador riéndose. Todos nos despedimos y cortamos la llamada. A los segundos Ashton soltó el celular y se alejo de mi como si fuera una especie de plaga.

- ¿Qué? Bienvenida a la realidad, has tus cosas no quiero verte. – y sin más desapareció del lugar dejándome completamente sola en su sala. No tenia las fuerzas suficientes para seguir peleando con él así que hice lo mas lógico que me pareció en aquel momento que era irme.

Me sentía herida por como me había tratado, pero no podía hacer nada, así era Ashton y nadie lo cambiaría jamás. 









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Se viene algo bueno js

Vecino, ámameDonde viven las historias. Descúbrelo ahora