CHAPTER NINE: TWO GIRLS AND ONE FOOL

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La nave donde iba el capitán América junto a su amado Scott Lang desmayado, descendía rápidamente, no sabía el porque simplemente descendía.
Steve intentaba controlar e intentar ascender la nave, cosa que parecía prácticamente imposible, pero de pronto la nave salió impulsada hacia arriba.
Una turbulencia se hizo presente y está nave salió disparada hacia el cielo, no se estrellaron en el suelo, pero estuvieron cerca, y así mismo varias cosas cayeron de la nave. Una vez logrando estabilizar la nave el rubio la colocó en piloto automático con las coordenadas del cuartel.

—¿Steve?.—Pregunto una voz en el fondo de la nave.

Rogers volteo de manera inmediata, una mano se asomo del otro lado de la camilla, ahí estaba Lang, se levantó como pudo algo mareado y con el pelo alborotado. El rubio le dedicó una sonrisa y se levantó de manera inmediata para ir con el. Scott se levantó y recibió a Steve con un caluroso abrazo.

—Me alegra saber que estás bien Scottie.—Comentó Rogers con las lágrimas en sus ojos asomándose y llenando la cara de Lang con pequeños besitos cortos.

—Oh vamos, no eran rival para mí.—Comento el pelinegro modestamente mientras sonreía con sonrojo a los besitos recibidos por Steve.

—Te dije que siempre te salvaría y aquí estoy, lamento no haber podido evitar que te llevara.—Se disculpó retomando nuevamente el abrazo.—No quiero perderte nuevamente Scottie.

Lang lo tomo de las mejillas para mirarle con una sonrisa a los ojos.

—Nunca me perderás, Steven, Te amo y eres lo que más quiero y necesito en el mundo. Siempre estaré a tu lado, pese a todo.—Dijo y se lanzó a besarlo de manera profunda en esos labios rosados que tenía el capitán América

La nave mantenía un curso fijo,  una distancia moderada, por lo que no tuvieron mucho tiempo ahí, nuevamente pospusieron sus cariñitos y así mismo la nave llegó al cuartel de los vengadores, estaba solamente el rubio.
Ambos bajaron de la nave acaramelados y se dirigieron dentro del cuartel al final tenían el lugar para ellos nada más.

—Oh vamos Cariño, debe de haber algo así de grande, El reino Cuántico es increíble y peligroso.—Dijo Lang un aves entrando al cuartel con risitas

—Scott. No estoy diciendo que no existe, tal vez lo hay pero ahora no creo que sea buen momento para algo así — Respondió el capitán.

—¿Por qué no?

—Si realmente hay algo así, debe haber un lado malvado también

Scott se sentó sobre el sofá pensando en lo que había dicho Steve, el rubio también se sentó a su lado y ambos se miraron sonrientes

—Tienes razón Steve.— Dijo al fin Lang

Rogers sonrió y se lanzó a darle un pequeño besito, beso tras beso aquello avanzaba más rápido, las caricias se hacían presentes y la manera de corresponder de Scott era de manera tierna y apasionante.

—Tenemos un par de horas el lugar para nosotros, sin interrupciones.— Susurro Steve  al oído de lang sin dejar de besar su cuello

La piel de lang se erizó, sus manos se lanzaron contra la cintura del rubio, las manos de Rogers se perdieron dentro de la playera de Scott, así el ambiente comenzaba a subir de temperatura.
Steve se posó sobre lang, aquel pelinegro estaba sentado y ambos quedaron mirándose, y sin decir nada más, Rogers se quitó la playera dejando ver su dormido pecho e hizo lo mismo con lang, le quitó la playera y después de eso se lanzó a besarlo mientras tomaba las manos de lang y las colocaba sobre sus muslos, aún por encima de su pantalón.
Ambos continuaban besándose mientras las manos del Scott acariciaban el enorme trasero que tenía encima de Rogers.
No tardó mucho para que esté se bajara de Lang y se colocará de rodillas, ahí desabrochó el pantalón de su contrario, para así quitárselo junto a sus boxers y tomar el miembro de Lang, el cual estaba erecto y húmedo.
Steve le dedicó una sonrisa a Lang y el pelinegro le acaricio la melena al rubio y así sin más que decir se metió el miembro de Scott a la boca, Lang, por su parte, soltó un gemido.
Steve continuaba chupando y saboreando el miembro de Scott, como si fuese una paleta, le pasaba la lengua desde abajo hasta la punta, acariciaba con la lengua la pinta del miembro de lang, sus también se la introducía hasta la garganta sintiendo aquella erección que le ponía duro el miembro al hombre Hormiga.
Scott disfrutaba aquel sexo oral que le daba el capitán América, le causaba una sensación incomparable de exitación.
Tomo pues, Scott a Steve, y lo levanto para pararse al mismo tiempo los dos, llevo los labios de Rogers hasta su boca y comenzaron a comerse con los labios.
Lang desabrochó el pantalón de Steve y d
Se lo quito, para así también hacer lo mismo con el boxer.
Scott tomo el miembro de Rogers y lo masajeo un momento, así después se dirigió a su trasero el cual apretó con ambas manos mientras disfrutaba de los besos que le proporcionaban los labios de Rogers.

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