Capitulo 3

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Los personajes de Inuyasha son de Rumiko Takahashi.

Capítulo 3

La joven azabache frunció su ceño al sentir la claridad de la luz golpear sutilmente sobre sus parpados, abrió sus ojos al suspirar hondo, bajó la mirada y se encontró con el brazo del ojiazul posado posesivamente sobre su cintura, sonrió. Se habían quedado dormidos después del espectáculo que le dio a Bankotsu, debía confiar más en su novio. Sintió al frío ojiazul tras ella moverse levemente, se limitó a cerrar los ojos rápidamente para fingir estar dormida, no quería verlo, mucho menos hablarlo ya que la vergüenza que sentía era demasiada.

Al despertar lo primero que sintió fue el agradable aroma del cabello de la azabache a su lado. Apreció su perfecto perfil por un breve momento al recargarse sobre su antebrazo…por un instante se pregunto que realmente le pasaba a su novia, horas antes vio algo en su mirada que lo descorcento por un momento. «Terror» eso era lo que habia visto en la mirada de su joven amante. ¿Pero, terror a que? ¿A perderlo?...salio de sus pensamientos cuando oyó el sonido de su móvil, se sentó correctamente al sostenerlo en su mano para contestar. Al ver quien era rodó los ojos.

–¿Que quieres? – dijo al dar un bostezo. La azabache abrió suavemente los ojos al sentirlo incorporarse, poniendo completa atención a la conversación telefónica.

–Pero que carácter, y yo pense que para estas horas el mal humor ya se te habia bajado – dijo burlón el chico al otro lado de la linea.

–Repito la pregunta ¿Que quieres Hiten? – dijo fríamente el ojiazul.

–La verdad no se como le hace Kag, para aguantar tu mal genio hombre. – siguió bromeando el pelinegro. Ignorando la pregunta de su amigo.

–Si me llamaste para decir idioteces mejor te cuelgo – gruño el moreno.

–No, no, no....ya hombre quien te entiende, ¿Te llame para ver si asistirás a las carreras hoy en la noche? – pregunto el ojicarmesí.

–No creo que lo haga – dijo el moreno – volteó a ver a Kagome de medio lado si aún no habia despertado— Te avisare cualquier cosa.

–Ok, amigo....que la aproveches – dijo burlón el pelinegro antes de colgar.

«Idiota» pensó el ojiazul.

El moreno volvió a recostarse junto a Kagome, abrazandola nuevamente, oliendo profundamente su cabello. Por el resto del día ya tenia planes y una patética carrera no era importante podia pasarla y correr otro día. Sintio a su novia removerse y la soltó un poco al sentirla girarse para estar cara a cara.

–¿Que hora son? – pregunto la joven azabache al ojiazul.

–Ya pasamos medio día – respondió el moreno, y la observo detenidamente.

Kagome al sentirse intimidada por la penetrante mirada de su novio bajo mirada y dispuso a levantarse, siendo agarrada por la muñeca, frunció el ceño al ver la mano del moreno deteniéndola.

–¿A donde vas? – pregunto el ojiazul tras volver a incorporarse.

–A darme una ducha – contesto Kagome. Mirandolo.

Asintiendo el moreno la soltó y también se dispuso a levantarse, el queria quedarse lo que restaba del día en la cama con la azabache, pero viendo la actitud de su novia esa idea se fue por el caño. Frustrado con el mismo se coloco un pantalón de piyama negro, escucho la ducha del baño caer el agua y quiso acompañarla, pero lo mejor era dejarla tranquila por ahora. Asi que salio de su habitación bajando por las escalera se dirigió a la cocina a prepararle algo ligero a su novia de seguro tendría hambre.

Doble vida - (bankag) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora