CAPÍTULO 14:

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Ya llevo dos semanas yendo a la universidad y ya me están atascando de muchos trabajos y tareas, lo bueno que un trabajo es en equipo y me tocó con Sofía que llegará en diez minutos según ella, mientras tanto, jugaré un rato en mi celular

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Ya llevo dos semanas yendo a la universidad y ya me están atascando de muchos trabajos y tareas, lo bueno que un trabajo es en equipo y me tocó con Sofía que llegará en diez minutos según ella, mientras tanto, jugaré un rato en mi celular.

Suena el timbre

-Hay Sofía, espérame, que estoy a un minuto de terminar la partida.- digo hablando en voz alta y la vista en el juego.

Suena el timbre de nuevo

Aproveché a que me mataron en el juego y salí corriendo a abrirle y regresar corriendo a la sala para terminar la partida.

-¿Es en serio que estás jugando?- dice Sofía viéndome aburrida.

-Sí, y ya casi acabo, solo falta que alguno de mi equipo mate a uno y ganamos.- digo concentrada.

-¿Ya ganaron?- dice viendo mi pequeña celebración.

-¡Sí! Y ahora vámonos, pero antes de ir a tu casa, quiero que compremos unas palomitas.- digo guardando mi celular en el pantalón y agarrando mi mochila.

-Está bien, pero ya vámonos, que tenemos que entregar esto mañana.- dice caminando hacia el portón.

Cerré todo en mi casa y me subí al carro de Sofía. En todo el camino íbamos cantando nuestra canción favorita hasta que llegamos a una tienda de conveniencia y me baje a comprar las palomitas.

Estaba en la fila y ví una promoción de 2x1, eran chocolates Carlos V, espere que fuera mi turno de pagar y los tomé. Al salir, Sofía me quedó viendo feliz al ver los chocolates que llevaba y nos fuimos a su casa.

En casa de Sofía:

-Beth, tú investiga la historia de la gramática y yo diseño las hojas del archivo.- dice buscando su laptop.

-está bien, pero antes, deja te comparto el archivo y cuando pegue la información, tú vas arreglando el texto.- digo abriendo mi laptop.

-Ok! Deja pongo música.- dice bailando desde el sillón y con su laptop en las piernas.

Así pasamos toda la tarde haciendo nuestro trabajo en equipo, aunque eso parecía más una pijamada que otra cosa. 

Mientras investigaba, sonó mi celular, al principio lo ignore porque pensé que era alguna notificación de mis juegos o de YouTube, pero volvió a sonar y dejé de investigar para ver mi celular, cuando baje la barrita de notificación, ví que era un mensaje de Elián, lo cual me sorprendió mucho.

Chat con Elián:

Elián: 

-Hola Elizabeth, ¿Cómo estás?

-Quizá te parezca raro, pero… ¿Que harás mañana por la tarde?

Elizabeth: 

-Hola Elián! Muy bien, gracias. Y respondiendo a tu pregunta, pues tendré una presentación en la universidad, pero no durará mucho tiempo.

Elián: 

-oh ya, bueno, pensaba si querías ir a comer y si gustas puedo pasar por tí.

Elizabeth: 

-suena bien! Te envío la ubicación mañana y te aviso antes de que salga para que vayas o también si no puedo, ya sabes, por si se extiende la presentación.

Elián: 

-Me parece perfecto y claro, no te preocupes, si eso pasa, podría ser otro día.

Seguía chateando con Elián mientras terminaba los últimos temas de la investigación y los pegaba en el documento para que Sofía los fuera arreglando, pero al parecer, a mi mejor amiga le dió curiosidad de lo que hacía en el celular que me miró y dejó su laptop a un lado y se levantó por agua.

-¿Quieres agua?- dice Sofía desde la cocina

-Si, porfis.- digo copiando el último párrafo de la página de internet.

-¿Con quién chateas?- dice viéndome curiosa

-Con Elián, me mandó mensaje preguntando qué haría mañana en la tarde.- digo viendo aún la pantalla de la computadora.

-¿Y qué le dijiste?- dice sorprendida

- Qué teníamos la presentación de mañana y me dijo que si quería, él iba por mí.- digo viéndola sonriente.

-Significa que es una… ¿Cita?- dice aún emocionada y sentándose con su lap junto a mí.

-¿Qué? Claro que no, es sólo una invitación a comer.- digo cerrando mi laptop.

-Sigue siendo una cita.- dice viéndome y comiendo palomitas.

-Que no, mejor dime si ya terminaste de arreglar el texto.- digo caminando al sillón.

-Ya casi, me queda el último párrafo que pusiste y ya queda listo.- dice viendo su celular.- son las ocho, ¿Pedimos algo para cenar?-dice viéndome.

-¿Tan rápido son las ocho?- digo sorprendida.- y si, ahorita pido algo.- digo buscando mi celular.

Mientras Sofía terminaba nuestro trabajo, pedí dos órdenes de tacos al pastor para cenar, la verdad se me antojaban. Después de un rato llegaron los tacos y cenamos viendo una película en Netflix.

Terminó la película, y empezamos a guardar nuestras cosas, Sofía me llevó a mi casa y me dijo que no se me olvidara llevar el adaptador para el proyector de mañana.

Saludé a mis papás y estuve con ellos platicando sobre lo que habíamos hecho Sofía y yo, también les avise que mañana iría a comer con un amigo, a lo que se sorprendieron y me dijeron que les mandara ubicación por cualquier cosa. Ya saben, soy la niña de papá, después de aquella charla, subí a mi habitación y me di una ducha para luego caer dormida.

Sueños de Elizabeth:

Me encontraba en un museo botánico viendo toda la variedad de flores que existían, caminaba asombrada y maravillada ante lo que veía, hasta que me adentré a una fuente que le llamaban "La fuente de los deseos".

Busqué una moneda en mi pantalón y luego en mi bolsa, pero no encontré ninguna, hasta que escuche que alguien se acercaba también a la fuente.

-Hola, ¿No tienes una moneda?-dice un hombre al que no le podía ver la cara.

-Hola, y no, no tengo una moneda.- digo apenada.

-Ten y pide tu deseo, así tiramos las monedas al mismo tiempo.-dijo dándome la moneda.

-No te molestes, ahorita busco una.- digo sorprendida al ver que me daba la moneda.

-No es molestia, acepta la moneda como un regalo.- dice poniendo la moneda en mi mano.

-Gracias.- digo intentando ver su rostro, pero era imposible.

Al aceptar la moneda, ambos pedimos nuestros deseos y al mismo tiempo tiramos las monedas a la fuente, al hacerlo, el se despidió de mí diciendo que esperaba vernos pronto y deseándome suerte a qué mi deseo se volviera realidad.

Iba a responderle, pero sonó algo que no pude hablarle, solo ví cómo se iba hacia una luz que desconocía, hasta pensé que era algún fantasma. De repente, me desperté al escuchar más fuerte el sonido que reconocí al instante, era mi alarma del celular.

AMOR  CELTADonde viven las historias. Descúbrelo ahora