costuras rotas ✧ l. hemmings

Gente rica

Capítulo 2.

– Estoy muy feliz por ti, pero realmente te odio al mismo tiempo – Su mejor amiga le recriminó al bajarse del auto en el aeropuerto. 

Alice sonrió y le dio unas palmaditas en la espalda a modo de consuelo.

– Eres pelirroja y estudias en Stanford, no podías ser más afortunada en la vida. Déjanos a nosotros los mortales tener cosas como está. 

– Ninguna de esas cosas me lleva al amor de mi vida – Su amiga replicó haciendo una mueca.

– Desde mi perspectiva, tú aquí afuera vas a tener más oportunidades que yo allá dentro. 

Maggie rodó los ojos y la arrastró dentro del aeropuerto, ya estaba acostumbrada a su amiga quejándose de los asuntos románticos durante toda su vida, pero desde el punto de vista de Alice tenía todo el derecho a quejarse. ¿21 años y ningún novio? Eso definitivamente era una tragedia.

Alice no lo había pensado mucho cuando se había registrado al tonto reality, ella solo quería el dinero. Fue hasta que recibió la llamada y la anunciaron como seleccionada en todas las redes sociales que supo que aquello era real y que recordó su escaso talento para conquistar. 

No importaba eso ahora. Alice no podía negarse, se aferraba desesperadamente a la posibilidad de poderse pagar la escuela en agosto. No podía conformarse con ir a la escuela de Los Angeles o Chicago. Londres la esperaba. 

– ¿Cuál de los 4 chicos te gusta más? – Maggie le pregunto mientras ambas esperaban en la fila para registrar el equipaje dentro del aeropuerto.

Su madre y Nico no habían podido acompañar a Alice aquel día, así que Maggie tenía la responsabilidad de asegurarse que Alice tomará el avión correcto hacia Bora Bora. ¡¡Bora Bora!! La paradisíaca isla francesa. Su madre había llorado al despedirse en la mañana, Alice no sabía si de tristeza o de envidia. Probablemente las dos. Nico simplemente le había pedido el número de Gigi Hadid, como si el hecho de participar en el reality convirtiera a Alice en mejor amiga de todas las celebridades. Ningún famoso la seguía aun. 

– Nick Joyner obviamente. Ayer lloré viéndolo en Love, Troy. – Alice sonrió pasándose el cabello corto detrás de las orejas. Se lo había cortado recién ayer en una pequeña crisis de autoestima.

– Tom Parker también es guapo y es más como tú tipo. 

– Eso solo lo dices porque Nick Joyner te gusta mucho como para pensar en mi teniéndolo. –Alice contestó haciendo reír a las dos. 

El tiempo pasó y cuando menos lo imagino, Alice se despidió de su mejor amiga y se subió a un avión sola por primera vez en su vida. No fue hasta que comenzaron a sonar las indicaciones de ponerse el cinturón que Alice soltó un pequeño grito de alegría asustando a los otros pasajeros cerca de ella: ¡Iba a Bora Bora, a vivir una aventura increíble y salir en la televisión! ¿Quién lo hubiera pensado? ¿Aquello era real? Parecía como un jodido sueño. 

La chica abrió su Instagram y público la foto que se había tomado por la mañana, con el outfit que ella misma había diseñado: un conjunto de dos piezas de blusa y falda. Inmediatamente tuvo muchos likes, desde su anuncio como participante sus seguidores habían aumentado como espuma, lo que era genial porque era publicidad para sus diseños. Sin embargo, Alice sabia que no la habían seguido por sus diseños. Pero ya llegaría el día en que fuera reconocida como diseñadora, y no sólo como una de las 16 chicas que competiría por el amor de un chico. 

II.

Luke no sabía qué hacía ahí. El elegido para participar en el reality había sido Calum, no él. Sin embargo ahora se encontraba en una habitación de hotel en Bora Bora, alistándose para la dichosa fiesta de bienvenida mientras Matthias a su lado batallaba con un moño.