— Toneri —Gaara se acercó a Toneri con el rostro ligeramente preocupado. Su facultad se había vuelto el centro del revuelo. Todos los miembros estaban preocupados y algo ansioso. ¿Acaso esto era una declaración de guerra? Gaara quería saber lo que Toneri planeaba hacer al respecto.
— Lo sé —Toneri permaneció tranquilo observando por la enorme ventana el cielo nublado. Iba a llover pronto. Bajó la vista y continuó observando a la chica pelinegra conversar tranquilamente con la hija adoptiva de la directora. Desvió la mirada y observó al origen de sus problemas. Apretó los dientes. Su reinado en la escuela sería perfecto si solo esos desgraciados se mantuvieran callados y con la cabeza gacha como todos en esta escuela.
Se puso de pie y caminó hasta el sofá. Él era un Otsutsuki. El linaje puro del que su país se enorgullecía. Pariente lejano de los Hyuga. Heredero al legado familiar. Y aún así, aún así no podía eliminar a las ratas de la cloaca. Se sentía furioso. Y lo que más le enfurecía, es que tenía a una rata en su casa. Volteó la cabeza y se encontró con Sasuke Uchiha. Tranquilo, sereno, distante y frío. Un Uchiha. Era un puto Uchiha y lo necesitaba. Maldecía su mera existencia porque gracias a su estúpida amistad con la rata más grande de la cloaca sus planes habían fallado desde el principio. ¿Asociación estudiantil? ¿hacer valer las normas y las leyes? Todo eso era una puta mierda. Una tapadera. Se trataba de dinero y conexiones.
¿Quieren saber cómo Alta Konoha había ganado el prestigio como cuna de futuras estrellas? Fácil. Conexiones. Una vez dentro podrás forjar amistades beneficiarias. Te ganas el cariño de un profesor y el te impulsa a resplandecer. Te ganas el favor de un riquillo y el te ayuda monetariamente. Llamas la atención de un riquillo y te patrocina. ¡Así son las cosas! Toda esa mierda de ser una de las escuelas más exigentes es una farsa. ¡En esta escuela solo salían ganando quienes sabían jugar ajedrez! Sacrificabas a los peones, dejabas al rey vivo y Jaque Mate. Solo permanecían los más fuertes.
Para Toneri, Sasuke era su torre. Lo necesitaba solo por el simple hecho de ser el hijo de Fugaku Uchiha. Si fuera solo un Uchiha más, sería otro simple peón, ¡pero resultaba ser el hijo del dueño de Sharingan! Hacer negocios con él generaría millones a la compañía. No podía dejar escapar esa oportunidad.
Pero lo que más lo enfurecía, es que la hija de Hiashi Hyuga se le escapaba de las manos. ¡La hija de ese bastardo! ¡La heredera! ¡La única llave que había para de una vez poder tener contacto con aquella familia que se había rezagado de la familia Otsutsuki! Sí. La familia Otsutsuki y la Hyuga tenían un ancestro en común. Y desde que la familia se había dividido la familia Otsutsuki lamentó el conflicto entre los dos hermanos y la impredecible separación. ¿Quién iba a pensar que el hermano que habían creído inútil y una desgracia familiar había creado su propia empresa en pocos años y había amasado una fortuna superior a la de la familia Otsutsuki? ¡La familia Otsutsuki quería de vuelta al eslabón perdido que por muchos años se había negado renuentemente a cualquier contacto con su antigua familia!
Le enfurecía saber que esa mujer se negara a ser una de sus piezas. Su reina. ¡Con ella en el juego por fin conseguiría el Jaque Mate! ¡Por fin le demostraría a su padre que él era el indicado para manejar el legado familiar y no su estúpido hermano mayor! ¡Pero ahí estaba, caminando con los asquerosos Rebels como si fuera uno de ellos!
Estaba perdiendo a la reina y Toneri no iba a permitir eso.
Cuando Sakura la había invitado a tomar algo, pensó que irían a la cafetería. Se sorprendió cuando abandonaron las instalaciones de la universidad para ir a un pequeño local muy rústico que había cruzando la calle. Se sentaron en la mesa más grande que pudieron encontrar y ordenaron. Hinata pensó que era un chiste. Los conoció tan rudos y salvajes que pensó que era una broma cuando los vio tranquilos esperando a que sus respectivas bebidas llegaran mientras bromeaban entre ellos como si fueran gatos jugando. Era irónico. El único que parecía el mismo era Naruto. Con sus bellos ojos no dejaba de lanzar miradas asesinas a Hinata y de molestia a Sakura. Sakura no parecía interesarle, por otro lado, Hinata comenzaba a sentirse incómoda.

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Rebels
Fanfiction"Un verdadero espíritu de rebeldía es aquel que busca la felicidad en esta vida." - Henrik Johan Ibsen.