Sólo me queda el paciente de la 107 y termino el turno por hoy. Nada más salir, el bolso empezó a vibrar. Me paré para hurgar entre mis cosas. Cleenex, compresas, tampones, colonia, toallitas. ¿Porqué tenía que parecer siempre mi bolso la sección perfumería del Corte Inglés? Llegué a dudar de que lo que vibraba fuera el móvil. Por fin lo encontré.
" Dime Juanmi, me pillas saliendo del curro.
- ¿Sigues queriendo los trabajos extra para ganarte unas perras?
- Nada de prostitución, te lo he dicho mil veces.
- Esta vez no, pero cobrarías como 6 noches de eso.
- ¿Que me estas contando Juanmi?
- Vente a la playa que te lo cuento con detalle."
Cuando llegué estaba mi hermano con un hombre pequeño de barba grisácea y calvicie severa. Tenían un botellín cada uno medio lleno. Le dí dos besos a Juanmi y a continuación al hombre barbudo.
"Soy Manolo, encantado, ¿te apetece una Mahou? La sacó de una nevera portátil a sus pies desnudos.
-Por favor", la agarré por el cuello porque estaba congelada por el culo.
Nos sentamos sobre la arena formando un triangulo. Desde fuera podría parecer amoroso pero era esencialmente de negocios. El hombre hablaba de forma nerviosa y tenía un tic en la nariz. Si, en la nariz. La levantaba en milésimas de segundos y volvía a su sitio fugazmente.
Lo primero que preguntó fue "¿A que estarías dispuesta por 15 mil euros?", seguidamente de un largo discurso. Mi cerebro había quedado paralizado a la idea de un sueldo así por un sólo y único trabajo. El hombre movía los brazos en todas las direcciones, formando círculos y piruetas en el aire. Hablaba con rapidez, los gestos abruptos abrumaban sus palabras, al mismo tiempo que los 15 mil euros, bloqueaban mi flujo neuronal.
Le interrumpí: "Que tengo que hacer, no se enrolle."
- Ten, un informe sobre el chico y qué tienes que hacer. Recuerda que no te puedes hacer ver, en caso de que esto no sea posible, seduce lo con tus armas femeninas. También tienes información suplementaria que te puede ayudar a acercarte a él. Lee detenidamente el informe antes de actuar."
La noche anterior lo planee todo con Juanmi. Iría a la salida de su trabajo, me haría amiga suya y me aprovecharía para introducirme en su casa. Lo que yo no sabía, es que varias cosas saldrían muy malamente.
Después del trabajo, iría a casa a cambiarme y dirección al Poseidon sobre las 12 de la noche, cuando el pez picaría en el anzuelo. Recién salí, bajaba por la gran calle del barrio de Santa Cruz cuando me pareció ver al chaval. ¿Cómo es posible? Ha salido antes del trabajo. No puedo dejar pasar esta oportunidad de que nos encontremos. Él corría hacia mi dirección cabizbajo, yo me aseguré de que chocáramos violentamente. Apreté el adomen y sin pensarlo dos veces me avalanzé sobre él. Caí desplomada, abrí rápidamente los ojos y vi sus llaves tiradas por el suelo. Me apresuré de cogerlas antes de que volviera a si mismo. De ese modo ya no necesitaría infiltrarme en su casa conquistándole. Muy galantemente me levantó del suelo húmedo y frío. Me dio mucho asco que empezará a sacudirme la vestimenta, a cada roce, sus dedos acariciaban mi glúteo derecho. Me despegué de él, cogí el paraguas y corrí lo más rápido que podía para escapar de él. Espero que no me haya visto la cara. Voy a llamar a Juanmi. Había salido mejor de lo planeado.
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Conexiones
RomanceDe gran envergadura, abdominales y pectorales marcados, la melena al viento y una sonrisa que derrite tanto como su mirada, el joven Diego. Tras un trauma, la mejor de las curas es una conexión tridimensional que encontrará por las más curiosas de c...