9- Déjalo ir aunque duela

15 6 5
                                    

Los estudiantes voluntarios y delegados de distintas clases se mueven por todos lados con telas y adornos

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Los estudiantes voluntarios y delegados de distintas clases se mueven por todos lados con telas y adornos. Estamos dispersos en grandes mesas para hacer flores de papel y de vez en cuando alguien suelta un grito de frustración.

En cuanto llegué al instituto Lorean me acarreó hasta el gimnasio para los preparativos del baile, intenté que Fleur y Jouna me acompañaran pero tenían mejores cosas que hacer como darse el lote, o conociendo a mi amiga, una buena charla sobre su posible relación.

Doblo unos cuantos pétalos más para terminar las últimas flores, la idea es hacer un baile formal y elegante pero sin dejar de utilizar cosas juveniles. Abro el libro con los recortes y tacho unas cuantas cosas que ya hicimos, pero me falta lo más importante que es la música. Si le digo al director Smith, que casualmente es el padre de Jouna, que podríamos traer una banda mi cabeza terminaría dentro del retrete del baño de detención.

Anciano bichicome.

- ¿Qué tal todo?- pregunta dejando una caja de velas sobre la mesa.

Lorean luce igual de guapa que siempre, con una trenza espiga, el maquillaje luminoso y su uniforme de porrista morado que cubre la gran altura. Se acomoda sus lentes de pasta gruesa que le hacen unos ojos saltones para observar mejor el libro. Así voy a terminar yo si no despego los ojos del ordenador y los libros.

Estuvimos toda la semana mandándonos mensajes sobre el baile, pero más allá de eso, me doy cuenta de que enserio es una chica genial que ha cambiado mucho y me ha sido de gran ayuda.

- Nos falta la música- chasqueo la lengua resignándome ante su sonrisa- el director no va a querer gastar más, ni siquiera en un DJ.

- En eso tienes mucha razón, pero puedes pedirle al profesor de música que nos preste el equipo y consiga a alguien.

Me lo pienso unos minutos, pero es la mejor idea que tenemos hasta ahora. Lorean parece ser mucho mejor en esto que yo, no sé cómo hace para ser tan positiva y asistir a tantos clubes al mismo tiempo.

- Está bien, pero no dejaré que el busque las canciones, me rehúso a escuchar su música ochentera- me mofo haciéndola reír- pondré todo en mi ordenador.

Guardo el libro dentro de la mochila, junto con mi gran colección de marcadores-tengo fascinación por ellos- y me despido de mis compañeros, quienes pasan de mí olímpicamente. Las dos últimas horas de educación física son las que nos dieron para preparar todo esto. Me pasaré por el aula de música y luego a casa a descansar y tomar un buen café para seguir escribiendo.

En cuanto salgo del gimnasio suena la campana. En un instante se abren todas las puertas y el pasillo se inunda de alumnos. Me sumo al gran flujo de estudiantes abriéndose paso a las taquillas moradas, la cafetería o desesperados por irse de una buena vez a sus casas, todos tenemos distintos horarios. Mantengo la barbilla alzada para mirar por sobre sus cabezas y veo que algunos de los estudiantes que me han visto con Oliver me echan un vistazo.

Escribiendo Sobre Ti Donde viven las historias. Descúbrelo ahora