Candace Steven es una empedernida escritora de Wattpad con problemas amorosos. Ella y su amiga se anotan en un concurso llamado "Escritores jóvenes" donde intentarán romper algún cliché.
Para esto han estado investigando al tierno chico popular de s...
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Paso el resto de la mañana imaginando diferentes escenas donde yo me enamoro de Murphy y cómo lo trataría. Lo lógico sería no hacer nada de otro mundo y tratarlo como siempre mientras él lava las ventanas de mi casa o me lo cruzo al salir del baño con tan solo una toalla cubriendo mi cuerpo.
Todo realmente normal, nada de qué preocuparse.
Fin, finito.
¡Largo de aquí maldito Cupido!
- Es tan lindo ¿Crees que tenga pareja para el baile?
- Uff de todas formas no creo que quisiera ir con nosotros, pero mira esos labios. Además es amigo de los chicos populares.
Gruño al escuchar la tonta conversación de las chicas que tenemos sentadas detrás en la clase de filosofía. Una clase en la que prefiero escuchar los ronquidos de Fleur y Lorean mientras yo me deleito con Aristóteles ¿O era Albert Einstein? Nótese el sarcasmo.
Fleur me da un codazo para que baje de las nubes y mi compañera animadora esboza una pequeña sonrisa. Aquellas dos chicas se habían pasado todas las horas hablando sobre lo lindo que era Oliver Murphy, como si yo ya no lo tuviese presente; que es muy carismático, pero demasiado tímido, que conoce a los populares. Estoy segura de que ellas solo lo usarían para sus propios beneficios.
Cómo tú Candace Steven.
Cállate maldita vocecilla de la verdad.
Las cosas del concurso comenzaban a dar demasiadas vueltas en mi cabeza, desde que había guardado todo en un dispositivo USB no lo había vuelto a abrir.
-Vamos Candace, no es tan malo- anima Lori en voz baja.
Fleur la observa estupefacta y se reclina sobre mi pupitre mirándola con el ceño fruncido.
- ¿Qué si no es malo? Se enamoró de Oliver, el chico que usam...- le di mi gran expresión de horror al escuchar lo que está a punto de salir de su boca. El timbre del almuerzo nos salva y comienzo a apilar mis cuadernolas y guardarlas- quiero decir, no puede gustarte Oliver.
- No entiendo por qué no Fleur- reprocha la animadora cruzando los brazos sobre su pecho con hastío- ella puede querer a quien sea.
No emito palabra alguna y dejo que las dos discutan sin ton ni sol, mientras tanto, me encamino hacia la cafetería con paso veloz. No llegué a desayunar nada y siento un hambre voraz, o tal vez sea toda esta mezcla de sentimientos contradictorios que siento.
¿Estoy lista para dar un paso con alguien?
Podría volver a dañar a alguien. Mi mayor defecto es la gran indecisión y mis inseguridades emocionales a la hora de tomar una decisión en el tema del amor. Una relación no implica estar solo con la persona, sino tener que pasar tiempo con su familia y su entorno.
A veces querer no es suficiente.
Tampoco puedo estar haciéndome las grandes ilusiones como si él y yo fuésemos a casarnos, simplemente había sido un abrazo, una guerra de espuma y unas cuántas charlas en momentos importantes. Pero aquella noche si él me hubiese besado, yo le habría correspondido.
