Harry
Harry llegó a su casa temprano y su hermana no había vuelto aún, lo cual agradeció infinitamente. Fue a bañarse rápido antes de que llegue Clarence, el esposo de su madre. Era un alchólico que se pasaba la mayor parte del día ebrio y su panza ocupaba un tamaño considerable, teniendo en cuenta lo pequeña que era la casa. Apenas llegó a su habitación, la cual compartía con Gemma y dos hijos de Clarence: Simon y Luke, e incluso la mayoría del tiempo estaba Rory en ese estrecho cuarto... Un beagle viejo y marrón con algunas canas. Harry detestaba a ese perro y detestaba esa casa, en la anterior compartía cuarto con Gemma y los gemelos dormían en otro cuarto. Allí estaban mejor, pero ahora él era el primero en levantarse y tenía que esquivar a todos sin hacer ruido para no despertaros, acordaron darle la litera más cercana a la puerta. Igual Harry había aprendido a pasar desapercibido a los ojos de los adultos por su propio bien, ya que no podía permitirse molestar al gordo estúpido y borracho de Clarence. ¡Ah, Clarence! Lo odiaba incluso más que a Rory. Como fue el primer día de escuela no tenían deberes, solo tenía que hacer que su madre firme las expectativas de logro de las materias que tuvo ese día. Fue a la cocina para buscar a Anne, su madre, y efectivamente allí la encontró, se puso detrás de ella:
- Mamá, necesito que firmes unos papeles - Susurró tímidamente. Decidió ignorar el hecho de que su mamá se sobresaltó solo por su presencia y también los moretones en el antebrazo. No la miró a los ojos porque se echaría a llorar ahí mismo si lo hacía.
- Sí, cariño - respondió ella - Pero espera que prepare la cena para tú y tus hermanos.
- Hermanastros - corrigió Harry, ganandose una mirada de desaprovación de su madre.
- Pensé que querías formar parte de nuestro circulo familiar. Es más, esa era la condición para que Clarence te deje volver.
Sí, en un arrebato de locura de Clarence, Harry se tuvo que mudar a lo de su padre por un agobiante mes. Allí fue donde aprendió el bello arte del silencio y a no dejar indicios de su presencia en la habitación en la que estaba, para que le dejen quedarse allí al menos hasta que Clarence le permitiese volver. Harry lavaba los platos, ponía y juntaba la mesa, y le daba comida al gato atigrado que tenían, pero si se olvidaba o se quedaba haciendo tarea, lo obligaban a hacerlo.
Como tenía que esperar a la cena, fue a su cama y se puso a ver que había en la bolsa de basura dentro de una caja, que según se leía en la etiqueta, eran las pertenencias de Harry en la casa anterior. Estaban sus antiguos walkman - ¡Gracias! pensó Harry atreviendose a sentir algo de esperanza, cosa que no había hecho en vastante tiempo - y algunos libros. Su sonrisa se ensanchó aún más cuando vio su ejemplar de "Cumbres Borrascosas" de Jane Austen, o "Las aventuras de Sherlock Holmes" de Arthur Conan Doyle. Empezó a releer por enésima ves Cumbres Borrascosas mientras ahora sonaba The Beatles, una de sus bandas favoritas. Se empezó a escuchar un griterío abajo que casi igualaría al del bus, por lo que supuso que los hijos de Clarence habían llegado, y su hermana Gemma.
- Pero mamá ¡Ese autito es mío! - Llorisqueó Simon. Mamá, se enfureció Harry, ¡¿Con qué derecho la llamaban MAMÁ?! Solo Gemma y él podían hacerlo, esos mocosos y el borracho asqueroso de Clarence no eran nada. Son temporales , se consoló Harry a sí mismo, pero a estas alturas creía que lo normal hubiera sido que su madre haya echado de patitas a la calle a Clarence. Era violento y repugnante, no entendía como una mujer bonita y jóven como su madre podía haberse involucrado con un tipo como ese, sencillamente no lo concebía.
Para colmo, como si no tuviese ya suficientes problemas, ahora tenía que soportar las burlas de los imbéciles del autobus, en especial de April. Cuando recordó la escenita que la odiosa "diva" había armado en cuanto subió al bus, una canción empezó a sonar en su cabeza, pero en ese instante su mamá la saca de su ensoñamiento con el típico gritito de ¡A COMEEEEEEEEEER! Así que fue a la cocina y comió lo más rápido que pudo, porque Clarence ya había llegado y estaba tirado en el sillón y con mal aspecto. Vio que Gemma hablaba animadamnte con él y su mandíbula calló abierta. Maldita traidora, pensó Harry, creyendo que todo esto se trataba de una ruín y espantosa broma. Su jodida vida era una espantosa broma.
Luego de cenar no se sentía con fuerzas suficientes para llegar a su habitación, así que se tiró en el sofá con los ojos cerrados. Quería desaparecer, ese era su más fuerte deseo, desaparecer por completo de la faz de la tierra.
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Bueno cuties, les dejo el segundo capítulo. Le dediqué el cap a Hazza Styles Coox porque es adorable y me hizo la hermosa portada del fic Si quieren que les dedique el cap comenten. Por si se preguntan quién es April Pearson, es una actríz de la serie SKINS y su personaje es Michelle. La amo y es re diosa ajdkladkadadka. Psdt: Voy a hacer al final del fic un playlist con todas las canciones bc gorda fan siempre (la que escuchaba Louis para callar a los idiotas del autobús, la que sonaba en la mente de Harry cuando entró en el bus, y un largo etc). Nos leemos pronto!!!
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The story of Lou & I [Larry Stylinson]
FanfictionLouis, sus cómics y sus auriculares son inseparables a la hora de subirse al bus que lo lleva a la secundaria Saint German, en Doncaster. Va con la cabeza gacha y responde preguntas siempre y cuando sea extrictamente necesario, casi siempre consigue...