Apuesta

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Era una noche tranquila dentro del campamento de concentración.

Gritos por ahi y por allá, olor a sudor y mucha—pero mucha—, testosterona, algunos restos de marcas en las canchas, sonidos extraños en las duchas y habitaciones.

Una perfecta y tranquila noche.

Akaashi estaba molido, pero el se solo se lo busco al quedarse a entrenar hasta tarde con su novio, el gato sonrisas, el gigante de rusia, el de lentes y Hinata del Karasuno.

Un grupo lleno de variedad.

Aunque no iba a negar que se divierte bastante.

Se estiro un poco y giro para ver a novio vestirse con el pijama, pasando sus ojos verdes por los musculos definidos de este—si, aun no se quitaba esas costumbres de acosador—su cabello aun estaba húmedo, y sonrio al recordar por que.

El junto con Kotaro siempre eran los ultimos en acostarse, y esa noche no fue la excepción. Despues de tener—ejem—tiempo de calidad en pareja en las duchas, se vinieron a los mitorios.

Y Akaashi no podria estar mas felíz.

Hasta que escuchó que tocaban la puerta.

—¡¿Agaaashe, qué es eso?! ¡Un fantasma! ¡Viene por mi!

—Callece Bokuto-san, va a despertar a todos.

—Salvame Akaashi, en las peliculas de terror siempre matan primero al deportista guapo y su novia, somos jóvenes para morir, nisiquiera nos hemos casado...

Akaashi lo miro divertido y le hizo un gesto con la mano para que se callara, el iría a abrir la maldita puerta.

Al abrir la puerta y ver quién era, le cerro la puerta en la cara sin remordimiento alguno.

Sabía lo que significaba que ese gato risueño buscará a su novio y la verdad que en ese momento no tenia ganas de lidiar con ello y los regaños del entrenador si los descubría.

—Akaashi ¿Bokuto puede salir a jugar? Prometo traerlo temprano.

—Se van a mater en problemas, ademas Bokuto-san ya esta dormido
—esperaba que con eso el capitán de Nekoma se rindiera y fuera por ahi a casar ratones, o esas cosas.

—¿Aka-chin quién es? ¿Es Jason? ¿Nos salvamos?

"Maldita sea mi suerte"

—Oya oya oya, yo lo escucho muy despierto

—¿Broh?—dijo acercándose a la puerta—¿Eres tu?

—Si Broh, ¿Vez Akaashi? nuestra conexión va mas allá que estas simples puertas —Keiji sabia las intenciones de ese Gato mañoso para decir esas palabras, y si creía que se iba a dejar influenciar, estaba muy equivocado.

Bokuto le abrió la puerta despacito, mirando a todos lados para verificar que no habían despertado a nadie.

—¿Que haces aqui Kuro?

—Vengo a ver si tu novio te deja salir a jugar con nosotros, tengo un paquete de cartas y a los otros capitanes en los comedores, esperandonos.

—Wooh Broh eres genial, aunque pense que esta noche la ibas a pasar con Kenma.

—No es secreto que Kenma-san prefiere una consola en lugar de Kuro-san

Su comentario provoco que sus miradas chocaran, retandose.

Y no es que a Keiji no le cayera bien Kuro—bueno, solo aveces—, pero desde que se conocieron se formo una clase de guerra en silencio por la atención de Bokuto, y cualquiera con más de dos neuronas sabe que esa guerra el ya la tiene ganada desde hace mucho tiempo.

Buhos de amor  [Bokuaka] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora