Capítulo 4.

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¡Puto!

Le miro con desdén y me levanto de la cama mordiendo mi labio inferior para no soltarle todo lo que se me viene a la cabeza.

Camino hacia el guarda ropas, ignorando al cabron que todavía se encuentra en mi habitación, Dios, menos mal no le pedí que me follara, me hubiera sentido sin dignidad así como mi "Querida" amiga Katy, Y eso hubiera sido devastador...

Imagínense reírse en la cara de Katy todo el día y hacerlo comentarios horribles acerca de su dignidad para terminar como ella, no, eso nunca....

Mientras me acerco al guarda ropas pienso en unas mil maneras de matarle...

¡Desgraciado!

Rechino los dientes al escuchar una carcajada invadir el cuarto, saco una sudadera de chándal junto el botiquín tratando de mantener la postura, ¡Dios! cuanto me gustaría arrancarle las pelotas para luego hacérselas tragar, pero eso no es posible, resignada me tumbo en la cama, evitando a toda costa mirar a Klaus pero me es imposible, Cada que levanto mi vista me encuentro con un Klaus "MUY" divertido, haciendo que mis sentimientos de ira salgan a flote.

Después de ponerme la sudadera en tiempo record, Saco un pequeño tarrito que contiene pomada caliente, la aplico suavemente en mi tobillo y luego pongo una venda.

Despues de un par de segundos Klaus habla.

- Yo iba hacerlo.- se le escapa una risita. -pero puedo darme cuenta en tus ojos lo cabreada que estas.- dice tratando de ocultar una sonrisa. - y estoy seguro que no me ibas a... - le interrumpo.

-Mira Klaus, puedes reírte de mi todo lo que te apetezca pero deja de ocultar esa sonrisa, que no soy tan estúpida como para no darme cuenta que ¡quieres reírte aún más en mi puta cara!

-¿Por que te enojas?- me mira burlón, mientras se apoya en una de las paredes.

-¡Que no estoy enojada!- Grito eufórica

Claro que lo estoy pero no pienso aceptarlo...

Me levanto de la cama y paso por su lado con la intención de salir de la habitación.

-Si que lo estas.- me toma por el brazo y cuando estoy a punto de girar el picaporte para salir en busca de paz, me da media vuelta haciéndome quedar frente a el, me presiona contra la puerta y pone sus brazos a cada lado de mi ,poniendo la palma de su mano derecha en la cerradura y la izquierda en la pared, dejándome así acorralada.

-Déjame salir.- no va a volver a jugar conmigo eso no lo voy a permitir.

-No estaba jugando contigo, Anastasia. - dice como si hubiera leído mis pensamientos.

A parte de cabron, burdo, imbécil y todo lo que se les pueda ocurrir ¿es adivino?...

-¿Te molesto que no te follara? -me pregunta.

Las palabras no salen de mi boca, ¡Que mierda!, no puedo pensar ni hablar cuando lo tengo tan cerca.

Minutos mas tardes me decido a responderle

Tomo una bocanada de aire, y una vocecita en mi interior me anima: Vamos Anne, no te quedes callada.

- Claro... - se acerca a mi rostro y cuando esta a punto de juntar nuestros labios, volteo la cabeza y continuo hablando - que no. -sonrío- no eres mi tipo - le acaricio la mejilla.

Su cara es toda una mezcla de emociones. Suelto una carcajada.

-¿No soy tu tipo?, pues explícame eso Anastasia Abernathv. - Le sonrió con autoficiencia, hago un movimiento con la mano invitándole a seguir , el finge fastidio y continua. -porque la verdad es que no me cabe en la cabeza que a una chica que diga que no soy su tipo- levanta una de sus cejas.- Le excite tanto, y le haga tener un orgasmo en tan solo un par de segundos.

¿Sexo con amor?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora