La Proposición

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Llegó el día en el que Kirito me llevaria a ver lluvia de estrellas como me prometió cuando vivíamos en Aincrad, no sabía qué ropa ponerme para nuestra cita, es de las pocas veces que nos hemos visto a solas desde que Kirito me rescató en ALO y quería ir lo más guapa que podría para él porque ese día iba a ser especial ya que nunca había visto una lluvia de estrella además de ya saber que Kirito me iba a regalar un anillo precioso que ya me dio en el concierto de la idol Yuuna antes de irse a enfrentar al jefe del piso 100 del Nuevo Aincrad para intentar recuperar mis recuerdos de SAO perdidos a causa del Augma, la joya del anillo era en forma de lágrimas lo cual me trajo muchísimos recuerdos de SAO puesto que tuvieron la misma forma que el corazón de Yui, nuestra hija en el mundo virtual.

Cuando ya estaba lista escuché el motor de una motocicleta acercarse cerca de mi casa, me asomé a la ventana y vi la motocicleta parada un poco más atrás de la puerta de mi casa y en ella habia una silueta de un joven vestido de negro cargando con varios bultos a sus espaldas sin duda aquel joven era la persona que más amaba, mi querido Kirito, empecé a bajar las escaleras para salir al recibidor y escuché a mi madre hablando por teléfono y en ese momento me acordé de que no le dije nada de que iba a salir esa noche y más que iba a estar a solas con Kirito en el monte, si se lo decía ahora lo más seguro es lo que me prohibía la salida por lo que con mucho sigilo y sin hacer ruido llegué a la puerta de la casa y salí lo más cautelosa posible. Una vez fuera fui a donde estaba Kirito esperándome,

- "Ya estoy aquí Kirito". A lo que le añadí un beso en la mejilla.

Kirito se giró con la cara muy roja pues no se esperaba mi saludo.

- "H-ho-hola Asuna, ¿ya estas lista?"

- "Si, vámonos Kirito".

Me cargué con la tienda de campaña y los sacos de dormir a la espalda y me monté en la moto, Kirito arrancó y pusimos rumbo a nuestro destino, no sabía dónde estaría Kirito puesto que era una sorpresa.

Conforme más avanzábamos Kirito iba a aumentar más la velocidad lo que hacia aferrarme más a lo que tenia agarrado por la cintura, llegaba a notar los latidos del corazón de Kirito que estaban a un ritmo muy rápido como si estuviera nervioso, en ese momento pensé que de la forma en la que estaba agarrada a él y la fuerza que estaba usando el estaba notando mis pechos en su espalda. Al cabo de una hora llegamos a un monte llamado Dodaira, cuando llegamos a una explanada en el alto del monte Kirito detuvo la moto, nos bajamos y empezamos a montar la tienda, una vez tuvimos todo preparado pusimos una manta sobre la hierba para sentarnos a ver las estrellas.

Kirito sacó un giroscopio y lo colocó en su hombro.

- "Yui, ¿estás ahi?". Dijo Kirito

- "Si, aqui estoy papá". Dijo una voz dulce que salía del giroscopio, era Yui nuesta hija en el mundo virtual. La cámara giró hacia mi y dijo: "Hola mamá"

- "Hola Yui" dije con una sonrisa dulce mirando hacia el giroscopio

- "¿Ves con claridad Yui?". Le preguntó Kirito.

- "Si papá ... aunque veo todo un poco verde"

Kirito y yo nos miramos y nos empezamos a reir.

Fui a la tienda y cogí una cesta que había tenido con comida, sabía que a Kirito le gustaba todo lo que yo cocinaba así que como era un día especial le preparé los sandwiches picantes que le preparaba en Aincrad, cuando se lo enseñé se le hizo la boca agua como era costumbre.

Mientras contemplabamos ese cielo iluminado por las estrellas y la Luna sin ninguna otra luz salvo la de una pequeña linterna que teníamos nosotros, Kirito me decía:

- "¿Lo recuerdas Asuna ?, lo que nos prometimos en Aincrad".

- "Claro, me dijiste que me traerías a ver las estrellas". Le contesté sin darle más detalles para ver su reacción.

Kirito puso una cara con preocupación por si no había llegado a recuperar todos nuestros recuerdos de SAO, no me gusta ver a Krito así por lo que le dije:

- "Era broma, también me dijiste que me harias un regalo".

La cara de Kirito descansó más aliviada.

En ese momento saqué un regalo que yo tenía preparado para el. Eran unos guantes parecidos a los que él usaba en Aincrad

- "Toma Kirito, se me hizo raro que me hicieras un regalo y yo a ti no".

- "Gracias Asuna". Dijo Kirito tomando el regalo con una sonrisa.

En ese momento también le acerqué la mano devolviendole el anillo que me dió. La cara de Kirito cambió pensando que ya no le quería y enseguida le dije:

- "Colocamelo en el dedo y sigamos por donde lo dejamos". Le dije sonriendo un poco sonrojada.

A Kirito se le puso una sonrisa de oreja a oreja, después de mis palabaras, cogió mi mano mientras que se empezaba a poner un poco nervioso y colorado,  puso el anillo en mi dedo mientras que decía:

- "Ya sea en el mundo virtual o en el real daría mi vida por tí Asuna, no puedo imaginarme una vida en la que no estes tú, eres mi vida entera mis días empiezan y acaban contigo ....."

No podría creer lo que estaba pasando pero sabía en lo que iba a terminar esa declaración que estaba haciendo Kirito a lo cual empecé a sonrojarme y mi corazón comenzó a ir muy deprisa mientras mis ojos empezaron a humedecerse.

- "Asuna Yuuki, ¿querrías ser la primera persona que vea cuando me levante y la última cuando me acueste?, lo que quiero decir es: ¿Quieres casarte conmigo?



En breve subiré el segundo capítulo con la respuesta de Asuna a la proposición de Kirito y lo que pasó esa noche. Aviso: Alto contenido de limón para todos los amantes del limón de esta linda pareja.

PD: Esta es la primera historia que escribo, espero que les guste :)

Eres Mío (Asuna y Kirito Lemon)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora