The Quest

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Itachi abrió los ojos encontrándose con que lo único que sentía era apenas una ligera molestia en su brazo herido. Y eso podía significar únicamente una cosa. Alguien lo había alimentado de algún modo, haciendo que su herida sanara más rápidamente. Halló a la 'culpable' recostada a unos escasos metros de donde se encontraba. La mujer de cabellos lacios y carmesíes y mirada igualmente intensa estaba, para sorpresa del mestizo, en un estado como si la hubieran inducido a una especie de coma. Kisame confirmó sus sospechas cuando, al reingresar en aquella modesta habitación (como todos los ambientes de ese abandonado templo) llevando consigo algunas vendas y ungüentos explicó al verlo despierto que la mujer a su lado se había sometido a si misma a ese estado para reponer fuerzas. Era otra de sus habilidades, según entendía.

- Todos los Uzumaki poseen esa habilidad, Kisame...

Respondió Uchiha mientras se incorporaba para que el hombre de piel azulada y cabellos negros pudiese cambiar sus vendajes. Probablemente esa sería la última vez que debería hacerlo.

- Sin embargo sólo Karin posee la habilidad de sanar con su sangre. Resulta algo más complicado de explicar y entender como utilizan esa habilidad Naruto y su padre... Supongo que debes saber que ninguno de ellos es exactamente un vampiro 'ordinario'... Hasta donde recuerdo, creo que has estado aquí por casi dos siglos...

- No lo olvidaría... -dijo Kisame con evidente furia en su voz -El bastardo de tu antepasado le obligó a sacrificar a su propio hijo...

Itachi frunció el ceño. Sinceramente detestaba que le recordasen que quien había convertido, entre otros, a su propio hermano Sasuke, a Kakashi y Obito era su antepasado. El había olvidado todo cuanto tenía o creía tener del Clan Uchiha desde que la familia de Minato lo tomase como si fuera un hijo a pesar de que Naruto -su hijo biológico- era entonces un bebé de dos años. Hoshigaki continuó haciendo su labor en absoluto silencio. Conocía lo suficiente al hombre a su lado para saber que en ocasiones lo necesitaba para pensar o, por el contrario, descansar su mente en ocasiones extremadamente perturbada. No era después de todo un vampiro de la misma especie que su hermano o que el propio Kakashi. Precisamente una de las razones por la que probablemente se encontraba en ese estado de confusión era el haber tenido que matar al peliplata. Y sabía que por mucho que le explicara que estaba muriendo de todos modos, eso no sería suficiente para calmar al Uchiha. Definitivamente no era Sasuke. El menor no sabía de otra cosa que no fuera asesinar, cazar por su supervivencia. No comprendía por qué demonios Itachi era capaz de amar a un sujeto así. Más allá del hecho de que fueran hermanos. Amarlo al punto de concebir un hijo juntos. Terminó su trabajo y preguntó al pelinegro si se le ofrecía algo de beber, señalando que lo notaba, por extraño que se oyera, sumamente pálido y deshidratado.

- Puede resultar extraño para ti o para mi hermano, Kisame... Sin embargo hay algo que debes recordar. No soy como ustedes... Una humana salvó mi vida o de lo contrario debería haber muerto hace casi 30 años...

El hombre de piel azulada abrió enormemente sus ojos negros. No le era habitual expresar emoción alguna sin embargo en ese instante le fue inevitable sorprenderse. Sin embargo lo que el hombre de mirada en ese instante escarlata le explico a continuación provocó en él un sentimiento aún más inusual. Temor.

- ¿Acaso has visto alguna vez un vampiro envejecer?

- Dime que no debiste recurrir a ese bastardo para mantenerte vivo...

Exclamó Hoshigaki aun incrédulo por lo que acababa de escuchar. Uchiha asintió, señalando que solo tenía dos maneras de sobrevivir desde que Sakura y Tsunade salvaran su vida. Una de ellas, la medicina que ellas mismas preparaban. La otra, la sangre de un vampiro puro. Por ello él no lo era; era un híbrido. Además de ello, aunque desconocía aun la causa, sabía que de algún modo su enfermedad era una especie de maldición. Recordaba haber visitado alguna vez junto a su madre Mikoto un templo en el que la mujer acostumbraba rezar. Una noche el monje anciano a cargo del mismo los encontró y, viendo a su madre con lo que él, aun pequeño pudo describir como temor o angustia en sus profundos ojos negros, murmuró que perdería a su primogénito cuando este alcanzara la mayoría de edad. Él era el primogénito de Fugaku y Mikoto Uchiha. Y como si de un mal augurio se hubiese tratado, enfermo misteriosamente apenas un año después de que el monje anunciara aquello a su madre.

Darkness And LightDonde viven las historias. Descúbrelo ahora