Luces de esperanza.

Despertando.

Estaba asustada, un poco desorientada, lo unico que recuerdo fue que hui junto a john y llegamos a la casa de su abuela, Para mi sorpresa y,teniendo en cuenta las circunstancias, nos recibio tranquilamente,asegurando que hace dos  dias unos extraños monjes llegaron a advertir acerca de esto. ¿Que estaba pasando? Todo era muy confuso y extraño. Intente llamar a mi familia, y solo mi madre contestó. y con dificultad solo oí: Estamos bien hija, cuidate, solo cuidate. Parecia que fuese un sueño, ya que a john le pidieron lo mismo. Que nos cuidaramos, pero ¿De que? Las explosiones ya se habian detenido y solo quedaban escombros. 

-Rose, bebe esto, ayudara a calmarte- Dijo john mientras traia una taza con una especie de te de hierbas- ¿Te comunicaste con tu familia? ¿Como estan?.

-Bien.- Dije un poco mas aliviada.- ¿Que esta pasando?  

-No lo se, no quiero hacer conclusiones tampoco, pues nose cual seria peor.- Dijo john con temor.- Duerme un poco, te hara bien. Yo te protegere.- Besó mi frente y me acaricio la mejilla. 

Me acurruque en su regazo luego de terminar mi té. De a poco comienzo a dormir, y un sueño de mi niñez me tranquiliza y me atrapa.

Al despertar oigo que tocan la puerta, doña Ambar abre  y hace pasar a dos hombres, vestian una tunica larga, de un tono mas o menos oscuro, algo no andaba bien con ellos pues sus ojos eran demaciado claros y se notaba que su piel tenia una textura media rara. Yo solo oí desde la puerta de la habitacion, ya que tenia miedo pues no sabia quienes eran aquellas personas.

- Ya le advertimos y nos hizo caso, gracias por confiar en nosotros, ahora solo debe esperar. - Dijo con un  lugubre tono de voz.- Digale a su nieto cuando regrese, que no sienta miedo, los protegeremos, a los 4 pero deben hacer caso a nuestras advertencias. Por el momento solo concentrence en sobrevivir, pues se vienen tiempos dificiles. 

- Cuidaran de todos nosotros?- pregunto doña Ambar 

- Haremos nuestro mejor intento- Agrego el otro monje- Pero no podriamos asegurarles nada, ya que nosotros no controlamos lo que esta pasando. 

De uno de sus bolsillos saca una especie de piedra, con forma circular, que en medio tenia unos simbolos raros. 

- Cuiden esto, les servira a futuro.- Agrego el hombre-  Si ven algo raro cerca de esta casa, solo guarden silencio, no se arriesguen a salir. 

Luego de eso abrieron la puerta y se marcharon, afirmando que volverian en dos dias; rociaron la casa, era un extraño liquido, pues tenia un olor no muy agradable y no mojaba las cosas. Me dirigi hacia doña Ambar

-¿Ellos eran los mismos de hace unos dias?- Pregunte asustada

- No te preocupes hija, si, ellos son los mismos. Aunque ahora su voz parecia mas preocupada. Ademas hay algo que me dejó intranquila. ¿Como sabian que john vendria? y dijeron que nos protegerian a los cuatro, pero solo somos tres.- Habia escuchado claramente esa parte y me dejo inquieta.- Bueno, estaremos bien si nos quedamos acá. Ahora preparate algo para comer, john vendra pronto, fue a la ciudad a buscar abarrotes.

-Como que fue a la ciudad¡¡  ¿ Esta loco? y si le pasa algo, ¿acaso piensa dejarnos solas?- Temia que le ocurriese algo y me sentia desprotegida sin el.-

-Calma niña, el es grande y sabe cuidarse. Ademas no es tonto para andar arriesgandose.- Dijo con un tono mas tranquilizador- Come algo, te ves palida, el estara bien. 

Se siente un ruido a lo lejos. Y como lo indicaron los monjes guardamos silencio, yo tenia el corazon a punto de salir de mi pecho, necesitaba a john.

-Es el- Afirmo doña Ambar con una sonrisa leve en el rostro.

Corri a abrazarlo, fuertemente lo agarro del cuello y me acurruque en su pecho. 

- No me dejes sola tonto. - Un nudo en mi garganta hizo que mi voz se quiebre.

- ¿Paso algo?- Su cara era de temor, sabia que algo malo habia visto.

-Volvieron los monjes- Le dije agachando la mirada.- Adentro te cuento. 

Al entrar, con el cachorro en las manos Doña Ambar exclama:

-Ahi estaba el cuarto po.- Con una sonrisa tranquila se acerco al cachorro y lo acurruco en un sofá.

Al fin un momento de tranquilidad en un dia tan extraño, que espero sea una pesadilla, asi al despertar, se que tendre a John a mi lado y sus suspiros me haran sentir segura.