-!! Solo es uno¡¡.- Exclamé.
La rabia que tenia dentro al ver que esos seres habian destruido todo lo que teniamos me dominó. Asi que cogi la escopeta, y corri hacia el para atacarlo. Al acercarme senti como si algo me hubiese empujado sin siquiera tocarme. Aquella luz se acercaba mas hacia mi. Sentí miedo de perder a Rose, lo unico que pasaba por mi cabeza era arrepentimiento. Aquel ente estaba ya sobre mi, y senti como se disponia a atacar. En eso uno de los monjes llama su atencion atandolo con una especie de cuerda y me arroja otra de esas extrañas rocas.
-!!Apuntalo con eso¡¡-Exclamó con euforia.
Tome la roca y la apunte hacia el, vi como la cuerda se rompia, y ese extraño ser se retorcia ante la figura por unos segundos, luego de eso aquel ente huyó.
-!!Idiota¡¡- Gritó el monje.- ¿Sabes que eso te iba a matar verdad?
Me puse de pié, y antes de reaccionar el que creí mi salvador, me golpea en la cara. Ya arrodillado por el golpe, le pregunto.
-¿Me mataras?.- Vi como una sonrisa ironica se formaba en su cara.- ¿Que mierda es tan gracioso?
-Matarte seria facil, pero no esta en nuestros planes.- Vamos a la casa, te curare la muñeca.
Mi mano sangraba, seguramente me golpee con una roca al caer, y aunque no entendi bien porque ellos estaban ahi, confié en el y entramos a la casa. Rose me abraza desesperada, luego me suelta y comienza a gritar.
-¿ Porque haces estas estupideces?.- Lloraba desconsoladamente.- ¿Acaso no ves que si mueres, muero yo tambien?-
- Perdóname..-Agache la mirada y la abarazé- No volvera a pasar, no se que me sucedió.
-Tu mano.- El monje me tomó del hombro y sujeto con fuerza la muñeca.
Sentí un ardor por unos segundos, luego mi muñeca estaba intacta.
- ¿Que son ustedes?.- Interrogue al monje.-¿Quieren exterminarnos?
-Si quisieramos matarlos a todos creme ya lo hubiesemos hecho, en las diferentes culturas nos conocen con diferentes nombres angeles, demonios, Dioses, extraterrestres.- Sonaba tan cliché aquella frase que me dio repugnancia- Pero aun así no tenemos denominacion, vivimos en la tierra hace mucho, pero ustedes no nos percibian, hasta ahora.
-¿Que quieren? .- Rose asustada preguntó.
-Estamos cumpliendo un plan, que tenemos hace mucho tiempo. Cuando llegamos a este planeta solo era agua y plantas. Hoy ya casi ni lo reconozco, solo es un monton de tierra muerta y metal. El 90% de las especies que habitaban aqui ha desaparecido, sin embargo la especie mas primitiva ha aumentado su numero exponencialmente. No moriran, pues no existe la muerte, solo un plano mas alla de su comprension. Nosotros estuvimos aqui sin intervenir por mas de 1500 años, pues creímos que ustedes sabrian sobrellevar el bienestar de este planeta. Pero la avaricia, el egoísmo y el odio los corrompieron.
-No todos somos así, aun existe la gente de buenas intenciones.- Trate de defendernos aunque casi sin argumentos.
-Lo sabemos, por eso les estamos dando la oportunidad de que sigan con vida. Aprovechenla.
-¿Porque ustedes son diferentes a aquellas luces?.- Rose aun intrigada preguntó.
-Nosotros somos seres mas avanzados. Alguna vez caminamos entre los humanos y aprendimos mucho de ustedes y viceversa. Esas ''Luces'' son Karwos, seres que solo viven para recolectar especies. Aunque lo que no sirve solo lo destruye, y lo mata.
-Los vi transformando humanos en mounstruos.- Aquella imagen aun no salia de mi cabeza.
-Si, lo admito estan sobrepasando los limites. Es por eso que deben cuidarse de ellos, aquel talisman los auyenta, pero no los mata. Son fuertes, nosotros no podemos con ellos, aunque queramos. Solo centrense en sobrevivir de ahora en adelante.- Mirandome fijamente afirmó- No sean estúpidos, hay un plan para ustedes, por lo que deben permanecer a salvo, y juntos.
Sacó de una especie de bolsillo tres talismanes, y aseguró que debiamos llevarlos siempre con nosotros. En ese instante, el monje se asoma por la ventana y toma un gran respiro y se dirige a Rose:
-Tu eres quien debe protegerse mas que nadie, no pregunten razones solo confien en mi. Yo no deberia haberles dicho nada de esto, pero tambien creo que es cruel mantenerlos ignorantes ante el tema. Tu familia esta bien, eso te lo aseguro, asi que tranquila.- Me mira fijamente ahora.- No hagas cosas que arriesguen tu vida, pues es tan valiosa como la de ella.- Ahora se acerca a mi abuela, ella le sonrie.- Te estare cuidando personalmente, esta es mi forma de devolverte el favor de hace años. Ahora debo irme, John quiza te interese ir a buscar armas a tu ciudad, aunque no te sirvan mucho con los Karwos, si serviran contra quienes quieran lastimarlos, solo tomalo como precaucion. Los karwos no se aparecen entre las 12 y las 3 de la tarde, pero si estaran los mounstruos asi que busca sus puntos debiles. Ahora debo irme o mi compañero sospechará.
Abre la puerta y se marcha, ahora ya tenemos algunas pistas de lo que son, pero ¿Cual es su plan? Ojala no sea exterminar a todos los humanos, y aunque el shock de saber estas cosas no me estaba afectando tanto pensaba mas en proteger a mi amada. Me dispongo a salir, ya que pronto seria medio día y debia aprovecharlo bien, Rose se suma.
-Ire contigo.-Decidida comienza a vestirse.-
-Claro que no, podria pasarte algo.- Sabia que era peligroso que me acompañe.
-¿Crees que es lindo estar con la incertidumbre de saber si estas bien o no?.- Vi como una lagrima comenzaba a caer.- Si mueres moriremos juntos, estare contigo pase lo que pase.
Solo la besé, extrañaba tener un minuto de tranquilidad y solo darle un beso. Me volvió el alma al cuerpo. Y al fin vi salir una sonrisa en su rostro.
-Vendras conmigo, pero debes ser sigilosa y hacerme caso, por favor.
-Esta bien patron.- Dijo en tono burlón.
Dejamos a Remy, nuestro cachorro con mi abuela, asi no se sentiria tan sola. Nos atamos los talismanes al cuello y nos sobro uno que guardamos por si lo necesitamos mas adelante. Me puse a conducir hacia la ciudad, siempre alerta y en guardia.
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Luces de esperanza.
Science FictionJohn es un muchacho, que junto a su pareja Rose, tratan de sobrevivir a una especie de apocalipsis, que esta destruyendo ciudades, y exterminando a la raza humana. Pasaran por diversas dificultades, hasta que al fin la tierra esté en paz. Extraños s...