Luces de esperanza.

Desesperación.

He pasado la nohe en vela, John aun no da señales de vida y estoy temiendo lo peor, la impotencia me esta envolviendo ya que ni siquera puedo ir en su busqueda pues doña Ambar no puede quedar sola debido a su delicado estado de salud. Hay cosas que aun no entiendo, como el porque John solo salio corriendo si nada pasaba, no hubieron disparos, tampoco gritos o una explosion, solo salio corriendo hacia alla. Remy obviamente lo siguió incondicionalmente como siempre, desde que John lo recogió el lo ha seguido a todas partes, lo ha acompañado y ha luchado a su lado sin importar el peligro, ha sido un muy buen cachorro.

Solo estoy sentada mirando hacia la nada frente a la puerta esperando a que el cruze el portal y me abraze, pero pasan las horas y no tengo señales de el, sin darme cuenta el sol ya comienza a bajar y los ultimos rayos de luz comienzan a pasar por la ventana, de pronto siento un ruido muy estremecedor frente a la casa y me asome esperanzada y contenta pues creí que seria John. Pero no, eran unos tipos que seguramente vieron el humo en la chimenea y venian en busca de algo, dispararon hacia la casa una vez y destruyen un macetero, ellos debian dejar de hacer ruido o atraerian a esos mounstruos, el segundo disparo fue mas alarmante pues rompio la ventana y dio en la pared. En ese instante el monje sale rapidamente de la habitacion de doña Ambar y aunque se encontraba desconcertado solo atino a agacharse. 

-¿Que pasó?- Trato de hablar despacio para que no nos oyeran.

-No lo se solo llegaron y comenzaron a disparar.- 

Tome el rifle y me dispuse a apuntar, cuando en ese instante un grito de horror interrumpio el trayecto de mi dedo para presionar el gatillo, uno de esos monstruos estaba ahi, habia llegado y estaba atacando a uno de esos bandidos quien tontamente trataba de huir pero ya era tarde pues estaba muerto desde el momento en que comenzaron a disparar. Habian muerto tres de los cinco delincuentes antes de que pudiesen derribar a ese adefecio, y esos dos trataron de entrar a la casa pero las puertas aguantaron el tiempo suficiente, aunque lo que iba a pasar a continuacion no era una salvacion precisamente. 

Un monstruo de aproximadamente cinco metros, aparecio en el camino, era algo horrible, no podria describir como era exactamente pero tenia brazos grandes y fuertes, piernas que parecian árboles pues eran gruesas  aplastaban sin piedad lo que se les cruzara, poseia una agilidad sorprendente pues era capaz de esquivar algunas balas, no tenia ojos y su boca se aemejaba a la de un perro pero con muchisimos mas dientes afilados que trituraban lo que sea, sus dedos eran grandes púas afiladas y poseia una gran nariz y oídos con los que seguramente se orientaba. Trataban de dispararle pero era inutil ya que nada parecia siquera hacerle daño, rompio el porton  se adentro para buscar a los dos tipos, los cuales inmoviles por el miedo fueron bocadillo facil, los tomo con sus grandes manos y los acerco a su boca, ellos trataban de safarse pero no consiguieron mucho ya que de un instante a otro la lengua de este espeluznante ser les envolvio la cabeza y se los tragó como si fuesen un simple snack.

Ya no sabia que hacer, solo guarde silencio y el monje tambien ya que si no nos oía no podria matarnos, en ese instante cuando ya  todo estaba perdido, una granada de humo explota en medio del camino, y el monstruo corre hacia allá, sentimos un segundo estallido, algo asi como petardos que explotaban, luego el ruido de un auto que se acercaba a toda velocidad y que creo impacto contra  el monstruo, todo era tan difuso y nosotros solo observamos pero nada se veia ya que el humo cubrio todo el camino.

Sin previo aviso una gran explosion enciende la calle completamente por unos segundos, no tenia idea lo que estaba pasando pero al menos algo estaba matando a ese monstruo, a lo lejos escuche un par de ladridos que fueron silenciados por un silvido. ¿Acaso eran John y Remy? ¿Estaban vivos? Una pequeña luz de esperanza habia iluminado mi corazon, y aunque aun no estaba segura de que fuesen ellos, me sentia feliz por el simple hecho de que en mi corazon algo me decia que no me equivocaba, solo espero que tenga razon.