La noche caía poco a poco. Pepper cojeaba mientras caminaba.
-Pepper no trates de hacer como si nada, déjame ver anda ...
-Estoy bien ,tranquilo , solo es un rasguño ,nada que con un palo no pueda solucionar
Pepper buscó a sus alrededores en busca de un palo que pudiera usar como bastón pero no encontró nada. En ese momento sintió como unas enormes manos lo levantaban.
-Solo dime por dónde es,yo te llevaré .
-Sassy no hace falta, de verdad que puedo andar.
-Tonterias además así podré fortalecerme antes, y además s no pesas nada cabritillo
Pepper intentó refutar al muchacho. Pero en el fondo era reconfortante que lo llevarán, que simplemente guardo silencio un momento y se dejo llevar. Mientras la manticora caminaba el fauno meditaba. Nunca podría haber llegado a imaginar estar en los brazos de una manticora de aquella manera. Y mucho menos llegar a verdaderamente amarla.
Por otra parte Licastos pensaba en todo lo que le había pasado.Y en que porfin podría cumplir su promesa. Si su padre lo viera ahora... cargando con su marcado del cual sin ni siquiera pensarlo, se había enamorado.
Al poco los muchachos llegaron al claro del bosque. Con suavidad Licastos bajo a Pepper y lo dejó sobre la humedecida hierba que crecía a escasos metros del lago. Acto seguido Licastos se tumbó guardando un poco las distancias y miro al cielo. Y allí estaban los dos muchachos ,por un momento nada importó. Ni siquiera el hecho de que fueran de especies tan distintas. Aquella noche de calor intenso lo único que importaba era quién eran en verdad.
Mientras ,Licastos continuaba mirando al cielo nocturno, buscando la fiel mirada maternal que tanto le reconfortaba en tiempos de incertidumbre.
¿Qué miras con tanta atención? -preguntó Pepper a la par que se acercaba un poco al otro muchacho.
Licastos suspiro y sin apartar la vista del cielo comenzó a hablar.
-Las mantícoras creemos que las luces del cielo nocturno son nuestros seres queridos que han fallecido. Ellos nos observan desde lo alto y nos dan el consuelo y la sabiduría que necesitamos en los tiempos duros. Cada vez que miro el cielo nocturno buscó la mirada de mi madre.
-Eso es muy bonito Sassy. Discúlpame por preguntar pero... ¿qué la ocurrió?
-Paso cuándo yo era apenas un polluelo. Ella tampoco era normal....
- Pero si tú eres una mantícoras normal... -dijo el fauno sin acabar de entender lo que el chico explicaba.
-Te equivocas Pepper
Licastos extendió su ala y dejó ver las plumas que cubrían su cuello.
Estos colores no son normales y mi madre tampoco lo era. A diferencia de mi, mi madre era completamente blanca. Lo cual es algo muy raro en las manticoras. La vendían como esclava ,mi padre la compro y la liberó, con el tiempo se enamoraron. Pero los miedos de mi madre se hicieron realidad y cuando nací no era normal. No era como el resto de las manticoras.Al poco tiempo mi madre comenzó a enfermar y un día dos de los guardias se la llevaron. Mi padre trató de evitarlo. Pero ella dijo que yo necesitaba una familia y que no tratará de evitarlo. También le dijo que lo quería. Y después se la llevaron y jamás regresó. Apenas la recuerdo ,pero me reconforta saber que me está cuidando desde alguna parte.
El fauno secó una lágrima que le resbalaba por la mejilla.Seguro qué allá donde esté, esta muy orgullosa de ti Sassy.
Licastos suspiró y respiró hondo acto seguido se atrevió a preguntar.
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Lo Que Enfrentamos Juntos
RandomNuestro mundo era pacífico cuatro razas convivían en perfecta armonía,: las hadas, los centauros,las manticoras y los faunos. Pero los tiempos de prosperidad no duran para siempre.... Una enfermedad,una guerra, desolación y hambre. Las gentes que ha...