𑁍 SESSHOMARU 𑁍

-🖤-Un corazón que no olvida

Silencio. En aquel palacio no se escuchaba más que eso, sin mencionar los rugidos de dolor que se escuchaban dentro de la habitación principal. Muramasa se retorcía bajo el dolor que le provocaba el desencadenar cada uno de los sellos en su cuerpo.

-Mientras más grande es la rosa es más grande el sello junto el dolor...- Shiho estaba fuera de la habitación en compañía de los otros demonios- Lindo detalle.

-Y lento. - habló Utano mirando el jardín de aquel lugar, en mayoría habían plantas verdes que no florecían, aquel lugar fue creado por su líder, después de todo odiaba las flores- Solo ha podido liberar uno.

- ¿Dónde... esta Ganryuu? -preguntó Kuromaru, en tan baja claridad las marcas doradas sobre su cuerpo resaltaban.

La risa que soltó Suigetsu tomó la atención de sus otros compañeros.

-Está en busca de aquella zorra...- sus ojos brillaron y su sonrisa se extendía por todo su rostro-La responsable de que él acabará con esos...

Se detuvo, sintió como si un hilo se hubiese rompido en su interior y eso solo significaba que alguien había destruido a una de sus bestias. Se colocó en pie con su ceño muy fruncido y llevó su vista a Utano, su comportamiento era extraño y eso lo sabían todo, pero para ellos era una ley que cada quien estuviera en sus asuntos.

-Oye, Utano...- su mirada se hizo más filosa- Sácame de aquí.

El comportamiento que había tomado Suigetsu claramente decía que algo no andaba bien, más Utano cumplió con lo que él quería e hizo que tocara la esfera que ella tenía, una vez salió de allí sin problemas. El sonido de un roedor se hizo presente en los pies de Kiyoshi, un pequeño ratón chocaba con su pie para llamar su atención y su aspecto no era del todo normal, enfocó su vista mejor y de la nada dicho animal abrió su boca al tamaño de su estatura, le tomó por sorpresa y posiblemente salir de esa situación seria difícil.

-¡Kiyoshi! - Gritó Kagome viendo que la situación empeoraba.

-¡Mierda...!-Inuyasha tomó fuertemente el agarre de su espada.

Fuhen fue más rápida que el medio demonio perro y asentando una fuerte patada en lo que se suponía ser un ratón, mandó a volar este apartándolo de Kiyoshi. Al llegar al suelo se colocó frente de la peli negro en posición de ataque, nunca se sabe cuándo atacará o aparecerá otro, Inuyasha y Kagome llegaron en seguida a ambas chicas.

-¿Estas bien, Kiyoshi? -Kagome le tomó por las mangas del Kimono.

-No esperaba que fueras de ayuda, mocosa-Inuyasha volteó a mirar a la niña quien no apartaba la vista del lugar a donde había mandado la bestia.

-Ja. Más que tú si-respondió.

-Estoy bien, gracias a Fuhen no se complicaron las cosas. -Fueron exactas las palabras de Kiyoshi, pues sí le había tomado por sorpresa pero esa bestia seguía teniendo la misma presencia que unos de los demonios que entraron a su aldea.

-Menos mal...-Kagome sonrió aliviada- ¡Fuhen-chan, gracias!

-Ahórrate los comentarios, mujer. Lo que quiero es respuestas, ¿Por qué ha aparecido otra cosa como la anterior? - todos concordaron con las palabras de la pequeña ogro.

-Sentí que habían acabado con una de mis bestias, honestamente jamás creí que sucedería y es decepcionante lo que encuentro...-se escuchó por los cielos y la presencia que se hizo notar dio escalofríos a los presentes, inmediatamente llevaron sus ojos al individuo- ¿Quiénes son?

Kiyoshi no pudo evitar soltar un sonido de sorpresa y sus ojos se llenaron de horror. Era el mismo que había aparecido y ahora que le veía, su interior se comenzó a llenar de impotencia. Kagome miró enseguida a la joven al escuchar su quejido de sorpresa y pudo ver claramente el estado que había procurado dicho demonio con solo su presencia.