Imperial (Inazuma Eleven Go - Riccardo Di Rigo)

𝟎𝟒.

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C A P Í T U L O    C U A T R O:
El portero legendario.
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El entrenamiento estaba siendo bastante aburrido. El capitán, Riccardo, no estaba y supuse que era porque creía que fue su culpa que el entrenador dimitiera. Debido a eso, todos tenían el ánimo por el suelo.

—Para hacer esto me podría haber ido a casa a ver la tele. —dije aburrida, sentándome en el banquillo junto a las gerentes.

—Debemos esforzarnos más para el próximo partido. —me recriminó Arion.

—El Sector V no nos dará el placer de ganar el siguiente partido tras haberles desobedecido. —me encogí de hombros— Aceptarlo, esto se ha acabado para nosotros.

—No es verdad. —dijo una voz arriba del campo. Fue bajando poco a poco, pero como estaba a contraluz no le vi la cara hasta que estuvo delante nuestro. Era Mark Evans.

—¿Quién es ese? —preguntó Jade.

—¿Cómo que quién es? Es Mark Evans, paletos. —dije exclamando. ¿Cómo podía existir alguien que no le conociera?

Mark me sonrió como solo él sabía hacerlo y he de admitir que por un momento llegó a emocionarme su presencia. Al segundo, caí en la cuenta de que siendo él el entrenador, traería muchos problemas. ¿Axel ha permitido que fuera nuestro entrenador?

—El plan para después de clases es este: una práctica especial en el campo de fútbol de la ribera. Allí encontrareis algo que no podéis ver en el campo del instituto

—¿Y para qué necesitamos tener que ver eso? —preguntó Eugene.

—Pues para ganar. Si practicamos todos juntos, el Raimon será mucho mejor. —sonrió y se marchó, sin dejar que replicáramos.

Doug fue el primero en hablar cuando Mark se alejó:
—No me esperaba esto de un entrenador enviado por el Sector V. —admitió.

—Que mala pinta... esto me da muy mala pinta.—dijo Eugene.

—¿Entonces no vais a ir? —preguntó Arion.
Todos empezaron anegar y se fueron uno tras otro.

—Si descubres lo que hay que ver, me lo cuentas. —le dije a Arion y me marché.

No tenía pensado ir a entrenar con Mark Evans, pero sí que me había decidido a ir a observarlos de lejos.
Arion y JP fueron los únicos que se presentaron al entrenamiento. Los estuve observando durante un buen rato hasta que mi vista se percató de otro detalle. En cada rincón del campo se encontraban los demás del equipo, observando de lejos como yo. Mark parecía que también se había dado cuenta, pues les dijo que podían dejar de esconderse. Una vez salieron de sus respectivos escondites,
y al ver que yo no había salido, me llamó.

—Así que me has visto. —dije sorprendida. Él se limitó a asentir.

Mark nos ánimo a chutar y uno a uno fuimos tirando. Yo tiré como el resto, para evitar destacar. El último en lanzar fue Víctor —que también se había presentado—, el cual realizó su supertécnica. Mark la esquivó con facilidad y he de decir que no me esperaba menos, la verdad.

—¿Y qué era eso que no podíamos ver en el campo del Raimon? —me atreví a preguntar.

—Todos habéis venido a un entrenamiento para ganar, entonces ya lo habéis visto. —espera, ¿qué?— Las propias caras de vuestros compañeros, buscando la victoria. La gente queriendo jugar al auténtico fútbol. A partir de mañana, os espero en el campo del instituto.