||One More Step||•[FMAB]•||Edward Elric|| *EDITANDO*

•AGAIN• 19

Saltaste por el gran agujero que había sido creado anteriormente por el hombre llamado "Roa", y empezaste a correr en una dirección cualquiera, con la intención de poder llegar y alcanzar de pura suerte a los secuestradores de Alphonse.

Escuchaste por detrás tuyo unos cuentos estruendos, significando que Edward había conseguido liberarse del agarre de Greed y ahora estaba dándole guerra.
Solo esperabas que saliera vivo de esa y de que a lo mejor le consiguiera dar algún que otro puñetazo.

Seguiste corriendo por ese extraño pasadizo.
Te diste cuenta que la luz que emitía la habitación anterior se desvanecía más y más a medida que te alejabas, dejándote casi completamente a oscuras.

Paraste en tu sitio, comprobando de que nadie te seguiera, para no llevarte un susto por alguna emboscada.

Alzaste tu mano derecha y chasqueaste tus dedos, creando una pequeña chispa para emitir al menos un poco de luz.
Por unos instantes deseaste que tu alquimia fuera de crear llamas de fuego, ya que así iluminaría todo mucho mejor, pero luego pensadolo mejor, la pequeña chispa eléctrica que creaste era mucho más conveniente, ya que la luz no llegaba muy lejos y si un enemigo se encontraba cerca podía pasar mejor de desapercibido.

Empezaste a caminar cuidadosamente por el camino, intentando que tus pasos fueran los más silenciosos posibles, para así no llamar la atención.

Mientras deambulabas por el lugar, observaste a tu alrededor intranquila, intentaste distraer tus pensamientos nombrando todas las cosas que se encontraban a tu vista en esos instantes.

"Suelo, pared, techo, roca, luz, telaraña, mosca, rata-" tras pensar eso último ahogaste un grito de asco mientras te alejabas del roedor, él cual te dió un pequeño chillido y salió corriendo del lugar.
Bueno, puede que el pensar todo lo que vieras no fuese una buena idea.

Suspiraste pesadamente mientras volvías a recolocarte en tu sitio y seguias con tu camino precavidamente.

Después de caminar por unos minutos más, viste a lo lejos un pequeño punto de luz, haciendo que rápidamente cortaras la corriente dejándote a oscuras.
Aunque odiaras totalmente el quedarte a oscuras, ya que te hacía sentir vulnerable, era totalmente necesario.

Un poco afligida, empezaste a caminar rápido hacia el punto de luz, el cual se hacía cada vez, más y más grande, indicándote que era una salida.
Diste un grito de victoria internamente tras ver otro agujero igual de grande que el anterior que pasaste.

Con cuidado y precaución de que el enemigo siguiera cerca, saltaste el agujero cayendo en un suelo de cemento.
Pero eso no era lo que más te llamaba la atención, lo que te dejó estupefacta era lo que se encontraba al frente de ese suelo de cemento.
Sentiste los colores de tu cara drenarse mientras sentías las ganas de potar tras percibir el horrible olor que emitía.

¡Estabas en las cloacas! Y lo que se encontraba delante tuya eran aguas fecales. ¡Que horror! ¡Que asco! ¿¡Por qué demonios decidieron entre todos los lugares del mundo ir a una cloaca malolienta?!
Tapaste con tus dedos las nariz e intentaste con tu otra mano dispersar el olor, en un vano intento de que no llegara más el edor.
Viendo que no daba resultado, suspiraste y empezaste a caminar hacia la izquierda, con esperanzas de que el enemigo también haya decidido ir por ese camino y así derrotarlos cuanto antes para salir de ese lugar.

Caminaste por unos minutos más, doblando esquinas y pasando a otros caminos, con la esperanza de encontrarlos cuanto antes.
¡Nunca habías tenido tantas ganas de encontrarte con el enemigo!
¡Pero claaaro, cuando no querías aparecían y cuando querías no aparecen!
¿¡Por qué siempre pasa lo mismo?!

"Este olor me está matando"
"Lo sé, pero-"

Rápidamente te pegaste a la pared y te asomaste por una de las esquinas que ibas a girar.
Cuidadosamente los observaste.
Eran dos hombres, el del mazo y el de la espada que intentó atacar a Edward anteriormente.