°HOLOGRAM° 29

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Una brisa nostálgica y calida hizo mecer las suaves y delicadas hojas de los árboles.
Causando un sonido relajante y conmovedor, algo propio de la naturaleza.

Tus pequeñas manos se aferraron con fuerza a tus piernas mientras sentías el suave césped rozar tu vestido.

Hace unas horas se celebró el funeral en el pequeño cementerio que poseía Giyoir.

Asistieron varias personas del lugar, conocidos, no conocidos y chismosos que solo querían saber quienes eran los fallecidos.

Estabais devastados.

Hace unos simples días estabais jugueteando, haciendo bromas, disfruntado de una buena comida preparada por tu madre, disfrutando de las suaves melodías que solía tocar tu padre..... y en un abrir y cerrar de ojos, esos bellos recuerdos que teniais se desvanecieron para nunca volver.

La pequeña de nueve años sintió otra nueva ola de sentimientos negativos pasar por su cabeza, causando que gimoteara un poco y soltara un pequeño llanto con más lágrimas saliendo como cascadas de sus ya hinchados ojos.

Otro par de manos y otro llanto extra se sumó al delirio.

Albert, el menor de siete años, sin poder soportar el dolor y siendo más pequeño que tú, se acercó hacia tí para darte un fuerte abrazo, sintiendo la necesidad de contacto físico para reconfortarse de alguna forma.

"¿Tu no te irás tambien, verdad?" Preguntó el menor de los Hahn, haciendo que la mayor lentamente alzara la vista para hacer contacto visual con su hermano.
El pequeño estaba en igual o peor estado que tú, ojos y labios hinchados, mejillas rojas y pelo algo despeinado.
Te limpiaste la nariz un poco con la manga e intentantes reparar un poco el cabello del menor.

"¡Claro que no! ¡Siempre estaré contigo Albert!" Respondiste con varias lágrimas recorriendo tu cara y le correspondiste el abrazo, también buscando cálidez en él.

El niño se limpió la cara con su brazo, aún aferrado hacia tí.

"¿Lo prometes?"

"Lo prometo"

"¿Y si me pierdo.... Y no te puedo encontrar"

Tras sus palabras, carraspeaste la garganta intentado quitar la mucosidas de dentro y te levantaste lentamente manteniendo el abrazo intacto.

"¡Entonces te buscaré! ¡No importe donde estes! ¡Iré por tierra, mar y aire! ¡Haré lo que sea para encontrarte! ¡Nunca estarás solo hermano! ¡Te protegeré, lo prometo!" Exclamaste con determinación, dolor y desesperación.
Por nada del mundo ibas a dejar que tu hermano menor tuviera el mismo final que el de tus progenitores.

El niño asintió con la cabeza y se apartó un poco de tí para mirarte con sus grandes orbes castaño oscuras.
El niño alzó lentamente la mano y extendió el dedo meñique, dejandolo en frente fe tu rostro.

"¿Promesa de meñique?" Preguntó inocentemente pero con una expresión seria en su rostro, eso causó que sonrieras levemente y enredaras tu propio dedo con el suyo, sellando la promesa.

"Promesa de meñique" Respondiste con determimación y confianza reflejados en tu ojos marrón claro, haciendo que Albert sonriera y se aferrara fuertemente hacia tu mano.

"Tengo hambre"

"Yo también, vamos, ya se ha hecho muy tarde, seguro que la señorita Shelter a hecho algo muy rico para la cena" Dijiste mientras dirigías a tu hermano pequeño fuera del lugar donde se encontraban enterrados vuestros padres, para dirigiros a lo que sería vuestro nuevo hogar.

||One More Step||•[FMAB]•||Edward Elric|| *EDITANDO*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora