Gᴜᴀʀᴅɪᴀɴ ﹙Zʜᴇɴ Hᴜɴ﹚ FᴀɴFɪᴄ ﹣ [Hɪsᴛᴏʀɪᴀs ɴᴏ ᴄᴏɴᴛᴀᴅᴀs]

Capitulo 5 : El novio

Boom Boom Boom

El irritante sonido continuó haciendo que su cabeza palpitara, una ventaja añadida a su ya dañado cráneo. No se detuvo, no importaba el tiempo que esperara, porque la molestia continuó repitiendo el mismo ritmo. Rápido al principio, pero más lento por un tiempo. Hasta que el patrón estable persistió por una razón desconocida e inimaginable.

La Bestia dormida finalmente se levantó, a pesar del dolor que los movimientos incitaban.¿Por qué yo? Ya había soportado bastante el castigo de la humanidad. Incluso cuando fue herido con apenas suficiente energía para salir de la cama, el universo estaba decidido a hacerle pasar un mal rato. Debido a su trabajo, estaba mal visto consumir humanos a voluntad. Pero el golpeteo tenaz puede romper sus resoluciones.

Apenas vestido y guardado para sus calzoncillos, Chu estaba ante la puerta abierta, listo para estrangular al visitante no invitado que se atrevió a aventurarse en su piso.Sin embargo, el Titiritero, Lao Chu, uno de los más feroces Dingxing del inframundo, se quedó quieto. Sin palabras, ante el intruso. El inocente Guo Chang Cheng había despertado a la bestia hibernante, el Oso Negro que debería haber sido dejado en paz. El ratón solitario, que para muchos sería presa, pero no para algunos, dependiendo de a quién le preguntes, se paró ante Chu con una expresión de asombro en los ojos, seguido de un trago...

Sus ojos brillaban con la pureza de un niño, pero el rubor era más brillante que un melocotón maduro. Después de una larga pausa para reponerse, Xiao Guo sonrió tímidamente, "Chu Ge"."Mocoso, ¿qué estás haciendo aquí?" Lao Chu gruñó por costumbre. ¿Cómo descubrió dónde hibernaba?

El hombre grande esperaba el miedo habitual, pero todas esas reservas fueron retenidas por razones desconocidas cuando el otrora tímido ratón decidió irrumpir en su apartamento con comida y una bolsa de gimnasio a remolque.

"¡Chu Ge, necesitas acostarte! ¿Por qué estás en casa cuando deberías estar en el hospital? Los doctores querían que descansaras por lo menos una semana. Por favor, descansa mientras preparo tu congee. Sé que te gusta la carne, así que traje órganos al vapor. Podría ir con el congee... también conseguí... "

Tal vez estaba demasiado cansado. O tal vez sucumbió al daño cerebral del impacto. Fuera lo que fuera, se desconoce la razón, a Lao Chu no le importó. Tampoco gritó o habló. Atónito, el Oso Negro se quedó mudo, mientras veía a su molesto Ratón obligar a un hombre grande como él a meterse bajo las mantas.

El flujo de instrucciones dispersas persistió incluso cuando Guo se dirigió a la cocina.Con un gruñido de derrota, el Oso Negro no abandonó su cama. Al menos el sonido de los golpes se había ido, se dijo Lao Chu antes de volver a dormir.

************