XX

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9-3-2015

Ayer cuando llegué a casa, Lance me dejó en la puerta

y me robó un beso de despedida.

Mientras se subía a su auto, le grite “no te acostumbres”.

Él bajo la ventanilla y respondió indignado

“como puedes quitarme tal privilegio, después de haber probado tus labios”

yo negué sonriendo.

Lance arrancó, pero se detuvo a media calle  

y gritó “ recuerda, t´es mienne pour toujours , Mia.

Luego de eso, desapareció entre las penumbras de la noche.

 

El diario de Mia.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora