3-4-2015
Alicia me esperaba afuera del colegio.
Con sus botas de combate amarillas, el cabello suelto y un café expreso.
Ella miraba al cielo, con una expresión llena de anhelo.
Cuando llegue a su lado, la besé en los labios.
Ella articuló un "gracias" sin despegar la vista del firmamento.
Yo le pregunté porqué había dicho eso.
Ella me miró a través de sus largas pestañas diciendo
"le he pedido un deseo a la luna y ella lo ha hecho realidad"
Iba a decirle que la luna, ya se había escondido,
pero dirigiendo mi vista al cielo,
pude ver a la luna sonriendo.
ESTÁS LEYENDO
El diario de Mia.
Sonstiges"Una chica con la cabeza en las nubes, el corazón hecho añicos y un diario como confidente."