XXXVII

1.1K 90 2
                                    

9-4-2015

Ayer fui a su casa.

Gritos salían de ésta.

Las luces estaban apagadas y algunos adornos estaban rotos.

Me asomé por la ventana del cuarta de Ali y entré.

La morena estaba apoyada a la puerta, con los ojos cerrados

la piel llena de colores azules y morados.

Dije su nombre, ella abrió los ojos,

primero confundida y luego asustada.

Susurró que me marchára, yo me negué.

Ella me suplicó y me prometió una explicación.

Luego besó mi mejilla y me entregó una nota.

Sin saber que hacer, salí de su casa.

Y no falta decir, que muy preocupada.

El diario de Mia.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora