27-4-2015
Cabellos celestes, casi blancos, cayendo en cascada.
Botas de combate rojas, olor a alcohol y muchas esperanzas rotas.
Pensé que la había perdido, pero la encontré acostada en una banca.
Cuando me vio, comenzó a llorar.
Se levantó, me abrazó y sobre mis labios, se disculpó.
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El diario de Mia.
De Todo"Una chica con la cabeza en las nubes, el corazón hecho añicos y un diario como confidente."