Capitulo 9.

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—Mira, allí viene… ¿¡SLYTHERIN!? Se supone que este día es excepcional con Ravenclaw. Atrás está McGonagall, le podríamos preguntar… —Dije al ver que se acercaba Slytherin y no Ravenclaw. Claro que para mi suerte, Draco venía primero. Lo evité de nuevo. Me dirigí a McGonagall, pero como era de esperar el notó que lo evitaba y como sucedió en principio de clases, salió corriendo y me llevó hacia un rincón.

—Olvídalo. Olvida a Potter. Bórralo de tu mente. Eres mía, Hermione. —Me susurro al oído mientras me intentaba besar. Yo forcejeaba para sacarlo de encima de mí. Lo logré antes de que McGonagall nos viera.

— ¿Por qué? Es mi mejor amigo y los mejores amigos no se olvidan. —Puse las manos por encima mío para evitarlo y retrocedí.

—Sé que son algo más. —Me volvió a susurrar y me besó en la comisura de los labios. Mi corazón se detuvo por un segundo. Porque por una X razón, me gustó.

—También sé que eso te gustó. —Volvió a susurrar—. Lo sentí cuando lo hice.

Me fui de allí. Me dirigí a McGonagall, para preguntarle por qué no teníamos con Ravenclaw.

—Porque Hufflepuff también quería tener con Ravenclaw. Y Ravenclaw quería tener con Hufflepuff. No pudimos contradecir a la profesora Sprout en dejar que tengan esa clase ya que nunca antes tuvieron con Ravenclaw ninguna otra. Ustedes tuvieron las clases con excepciones todas con Ravenclaw. La siguiente clase de transformaciones la tendremos con Ravenclaw, sin quejas.

—Pero señorita McGonagall, tuvimos tres de esas clases con Hufflepuff, otras dos con Slytherin y las últimas cinco con Ravenclaw.

—Vaya a sentarse.                           

Me fui a sentar. Muy pesadamente me puse a sacar los pergaminos y la tinta. Sin olvidar los deberes y el libro. Los últimos dos los dejé en la parte de abajo del banco y pedí que me entregaran mi lagarto para transformarlo en más grande.

—Bueno alumnos, hoy vamos a ver la transformación para achicar. Es bastante parecida a la de agrandar solo que tiene, en la cuenta regresiva otro tipo de conteo.  Los que estudian números mágicos, lo sabrán. Si no, tienen que hacer lo que yo. ¿Alguien sabe algo que no se ha dicho aún? ¿Nadie?

Levanté mi mano. McGonagall me dijo: -Espere a que alguien más responda-

—Pero profesora, tengo una duda.

—Ah, eso. Sí, claro. Hable.

— ¿Qué tipo de números se puede usar si en el lugar en el que estas no se estudia este tipo de numeración mágica?

—Números Muggle. Son la otra alternativa. Son los números con los que aprenderemos ahora, ya que algunos no estudian Artimancia. —Respondió fríamente—. Bueno, ahora me entregaran sus deberes. No los llamaré en lista, pasaré a sus bancos. Mientras, copien lo siguiente y abran el libro en la página 140. (-Explica cómo se puede practicar y como se puede realizar la transformación para achicar, deberán entregar su animal achicado y también anotar cuanto medía antes y cuanto mide después de la transformación-) Todo en clase. Lo primero que deben saber es que está todo en el libro. Cuando termine de buscar sus deberes, les explicare la forma de realizarla. Cuál es el hechizo y qué consecuencias tiene. Cómo volver a tu tamaño original, como medirla y como practicarla en personas. —Cuando terminó de explicar, nos pidió que sacáramos nuestros deberes. Luego Gritó: Accio- y todos los deberes aparecieron en su escritorio. Bueno, esto empieza así:

Tienen que contar cuantos centímetros quieren que se achique su animal. Luego de eso, decir: Achico. Señorita Granger, hágalo usted.

—Ah, claro señorita McGonagall. Amm, cinco centímetros están bien. 1...2…3…4…5 Achico!  —Dije y el canario que tenía se achico. McGonagall lo midió y medía cinco centímetros exactos. Añadió diez puntos ha Gryffindor y luego siguió explicando.

—Para des transformar, hay que contar los mismos centímetros, pero al revés. Luego hay que decir: Normalis. Y volverá a su tamaño original. Señorita Granger, si me hace el honor…

—Claro profesora. 5…4…3…2…1 Normalis! Y mi canario volvió a su pose y forma normal.

Terminé las actividades y se lo entregué todo a McGonagall. Ella me ofreció salir pero quería quedarme charlando con Harry. Así que cuando el terminó, nos pusimos a hablar:

—Hermione, déjame decirte una cosa…

— ¿Cuál?

—El aniversario  se pasó para después del banquete de navidad.

—Bueno, no hay problema.

—Es que no me dejaron en la fecha original.

—Okey. Yo iré, tú lo sabes.

—Gracias. —balbuceó—. Ahora vámonos a preparar las cosas para historia de la magia.

—Ah, sí. Ravenclaw tendrá una clase con nosotros al fin. —Suspiré.

—Vamos.

Salimos y le conté lo que me hizo Draco. No le conté que me gustó, claro que no. Pero le conté lo que me hizo.
—Es un atrevido. ¿Cómo se atreve a besarte?

—No me besó. Fue literal. Fue en la comisura de los labios.

— ¿Viste que Ron terminó con Lavender Brown?

—Yo estuve presente. Sé que terminó con ella.

— ¿Cómo que estuviste presente? —dijo Harry.

—Nosotros nos habíamos peleado, ¿Recuerdas? —Empecé a contar, el asintió y seguí con la historia—. Bueno, con eso en mente, puedo decirte que en la sala común, cuando nos arreglamos, yo lo abracé y Lavender Brown, nos vio.

-Cuando nos vio, ella dijo, < ¿Por qué la abrazas a ella? > Yo salí corriendo diciendo que era una zorra y cuando me él me alcanzó, dijo: < ¿Por qué dices eso? Si gustas de dos chicos, tres o cuatro, es tu decisión>  Luego ella preguntó por qué me abrazó, y luego terminó con ella. Le dijo que no es nadie para llamarme así (Me había llamado Zorra).

—Muy heroico Ron. ¿Eh?

—Abrázame, YA.

Él me abrazó de nuevo. Cerré los ojos y tocó el timbre. Nos separamos rápido o si no Ravenclaw y Gryffindor nos verían abrazándonos. Nos levantamos y el primero en llegar fue Ron.

—Bien, vamos a clase.

El chico que destruyó Harmony.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora